El Ayuntamiento de Barcelona y el Govern de la Generalitat quieren más mujeres y empresarios del sector tecnológico y la nueva economía al frente de la Fira de Barcelona. Las dos instituciones y la Cambra de Comerç de Barcelona están negociando la lista de los cuatro nombres que deberán sustituir a sendos cargos que abandonarán el consejo de administración de Fira el próximo julio porque expira su mandato y también las posibilidades de prorrogarlo de nuevo. Se trata del actual presidente del consejo, Josep Lluís Bonet, y los vocales Núria Basi, Enrique Lacalle y Enric Crous. Las instituciones de los dos lados de la plaza de Sant Jaume quieren que se note un cambio en los órganos de dirección de la Fira. Entre los nombres que se han puesto ya sobre la mesa destacan Helena Guardans, presidenta de la empresa Sellbytel de externalización de servicios, e Imma AmatImma Amat, empresaria de la inmobiliaria del mismo nombre. También se ha barajado a la empresaria Rosa Clarà, del sector de la moda nupcial.    

Según los estatutos de la Fira, el presidente de la Cambra de Comerç tiene la potestad de proponer el candidato a la presidencia del consejo de administración, el cargo con más visibilidad y con labores de representación de la Fira. Y la apuesta informal de Miquel Valls, presidente de la Cambra, para este puesto es Miquel Martí Escorsell, presidente de Moventia, y uno de los cinco miembros del actual consejo de Fira que no se renovarán este verano. Fuentes de la Cambra han insistido en que Valls no hará pública su propuesta hasta que la haya presentado formalmente a los órganos de gobierno de la Cambra. Este lunes se reúne el comité ejeutivo de la entidad cameral. Fuentes de las otras instituciones implicadas en la negociación insisten en que nada está cerrado y que lo que se está negociando es el conjunto de los cambios con el objetivo de que se note un rejuvenecimiento y feminización en la dirección de la Fira. Está pendiente una reunión entre Martí y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. 

Martí es el único de los cinco miembros del consejo que no están forzados a renovar y que no tendría demasiados problemas para lograr el visto bueno de todas las instituciones. Además, ha mostrado su disposición a ocupar el cargo si finalmente cuaja su candidatura. Los otros cuatro son Luis Conde y Carles Vilarrubí, que no cuentan con el apoyo de Ada Colau y del actual Govern para optar al cargo de presidentes de Fira; Pedro Fontana, cuyo mandato vence dentro de dos años y por tanto se considera un periodo muy corto para un futuro presidente; y Agustí Cordón, que entró en el consejo tras haber sido director de Fira. Tanto el Ayuntamiento como la Generalitat apuestan porque al frente del consejo haya un empresario, y no un directivo, lo que deja en buena posición a Martí. Y la Cambra está apretando mucho en este sentido.

De hecho, según algunas fuentes, el Ayuntamiento de Barcelona es el que da menos por cerrada la propuesta, ya que pone en primer lugar que aumente la presencia de mujeres en la Fira. La persona que ostente este cargo «debe tener un perfil neutral, conciliar el máximo consenso y tener una visión estratégica de la ciudad», insisten desde el equipo de Colau. «Tendrá que haber un antes y un después en cuanto a presencia de mujeres en el consejo» recalcaron desde el Ayuntamiento de Barcelona, que insisten en mantener las conversaciones en el ámbito de la discreción y no facilitar por ello el nombre de ninguna de las posibles candidatas.

También podría optarse por dejar la impronta del cambio que se ha producido en las instituciones durante estos 12 años de presidencia de Bonet. En este caso la apuesta pasaría por situar en la presidencia a uno de los cuatro nuevos miembros del consejo de administración. Fuentes del Govern recalcan que no habrá nuevos retrasos en los nombramientos y que el consejo debería tener mayor presencia de representantes de nuevos sectores económicos que están creciendo mucho en Barcelona, desde la industria de videojuegos, la biotecnología o los creadores de aplicaciones, entre otros.

Con la refundación de Fira de Barcelona se creó un sistema de gestión empresarial autónoma de la entidad, pese a depender de instituciones públicas, y se puso en marcha el consejo de administración, formado por entre siete y nueve miembros, todos ellos empresarios o directivos de prestigio, incluido su presidente. 

Tanto el nombre de los vocales como el del presidente los propone la Cambra de Comerç, aunque deben ser elegidos por unanimidad de las tres instituciones. Por ello, aunque formalmente la propuesta deberá ser anunciada primero en el pleno de la Cambra, la lógica indica que cuando esto se produzca la lista ya estará pactada con los otros miembros de la llamada comisión institucional de la que forman parte el ‘president’ Carles Puigdemont, los ‘consellers’ Oriol Junqueras, Jordi Baiget y Josep Rull y las alcaldesas de Barcelona, Ada Colau, y de L’Hospitalet, Núria Martín.