GESTIÓN PÚBLICA

El sector de la construcción propone un nuevo modelo de licitación pública

La industria plantea un nuevo sistema de gestión para reducir los costes y evitar la picaresca

El Instituto de Tecnología de la Construcción pide al Govern que asuma su propuesta

Obras de exscavación del túnel de Glòries. / Albert Bertran

El sistema de gestión y licitación de obra pública en España ha llegado al límite. No tanto por el número de proyectos que hay en marcha --que no los hay--, como por las consecuencias que genera el sistema de gestión actual de obras: sobrecostes que aparecen durante el periodo de ejecución, porque los proyectos fuerzan a la baja los presupuestos, o la corrupción a la que se presta el sistema de adjudicaciones públicas. Ante esta situación, el ITeC --Instituto de Tecnología de la Construcción-- presentará en septiembre a la Generalitat una iniciativa elaborada conjuntamente con otros agentes del sector de la construcción para que el Govern asuma y desarrolle un nuevo modelo de gestión de obra pública

El instituto tecnológico ha creado un grupo de trabajo en el que participan las instituciones que son patronas del ITeC y otros 25 organismos relacionados con la gestión pública de proyectos --Incasol, Eurecat, Asociación de Fabricantes de Productos de la Construcción, las diputaciones de Girona y Lleida y varios ayuntamientos, entre otros organismos-- que bajo el lema 'Construint el Futur' trabaja, entre otros aspectos, en un nuevo modelo de gestión. Tiene como referentes los sistemas que se han puesto en marcha países como Finlandia o Noruega, y cuyo objetivo es optimizar los costes de los proyectos, así como definir formas de licitación que eviten la picaresca y se pongan, de hecho, al servicio de la iniciativa y no de quien la pone en marcha."El 45% de los costes de un proyecto de construcción se debe a ineficiencias que puede ser subsanadas", afirma Francisco Diéguez, director general del ITeC.

La iniciativa está en fase de elaboración y se presentará en septiembre a la Generalitat. Se trata del camino de transición hacia la aplicación del BIM en Catalunya. "Estamos haciendo el trabajo de definir las acciones necesarias para que en un plazo razonable (2020-2022) el BIM sea una realidad. Ahí nos planteamos modificar el modelo de gestión de obras, que incluye la licitación", ha explicado Diéguez. El 'Building Information Modelling' (BIM, en sus siglas en inglés), es un sistema que permite diseñar y seguir los proyectos de construcción con tecnología 3D. Puede reducir entre un 20% y un 30% el coste total de los proyectos. Esa reducción viene motivada por la mayor flexibilidad y capacidad de corrección de errores, que permite una mayor definición y trazabilidad de las iniciativas constructivas. La Generalitat de Catalunya ha puesto en marcha una comisión de seguimiento para implantar ese proceso en la Adminsitración catalana. 

CAMBIO DE ROL DE LOS AGENTES

La iniciativa del ITeC, no obstante, va más allá de la implantación de la herramienta de trabajo: se plantea un cambio de rol de los que interviene en la obra pública. Que la constructora pueda incorporarse al proyecto en el proceso de preparación es una de las alternativas. "Eso implica hacer la licitación en fase de anteproyecto, de manera que el constructor trabaje de forma colaborativa con la Adminitración y el proyectista para definir el proyecto constructivo", destaca. Así se consigue que cuando la obra comienza, el constructor se ocupe solo de construir porque el proyecto ya es suyo." No tiene que empezar a valorar si es bueno o malo o tiene que modificarlo". En este sentido, el ITeC recuerda casos como los sobrecostes que han aparecido en las obras del AVE de la Sagrera o el cambio de cota que se ha tenido que plantear en el túnel de Glòries, porque el proyecto no había tenido en cuenta algunos factores.

Con este método, además, se evitaría el colapso en el que se encuentra en este momento el sistema de licitación, ya que los funcionarios se niegan a firmar revisiones de proyectos de construcción para evitar cualquier suspicacia de corrupción. El grupo de trabajo también se plantea otras alternativas como el 'diálogo competitivo', que implica la participación de varias constructoras en el desarrollo de un proyecto para mejorarlo, aunque al final se adjudica a una de ellas, pero se pagan los servicios prestados a las otras.  

Otra de las alternativas que se estudian es alinear los objetivos de todos los agentes que intervienen. La administración decide qué dinero se quiere gastar (10 millones de euros). Hace un estudio de necesidades y determina requerimientos de calidad, ambientales, etc. Cuando lo tiene, hace una licitación. Las ofertas se seleccionan desde el punto de vista técnico y cada ofertante lo que hace es determinar cómo se reparte el ahorro final que se produzca en el proyecto. "Si cuando liquidas la obra, el proyecto ha costado nueve en lugar de 10, sobra un millón de euros. Ese millón se distribuye en la fase de oferta", explica Diéguez. El objetivo es alinear los objetivos de todos los que interviene en el proyecto.

El BIM, instrumento para la implantación de nuevos modelos

Actualmente, los países del norte de Europa, junto con EEUU y Australia, lideran la implementación de esta metodología, que ha entrado con mucha fuerza en el sector privado en España, por lo que desde el departamento de Territori i Sostenibilitat consideran la herramienta como una "gran oportunidad de negocio". "Entendemos que el sistema BIM es el futuro de la construcción y, por lo tanto, motivar su implantación en las empresas catalanas servirá para aumentar su competitividad y grado de modernización, lo que les facilitará la internacionalización", destacó Flores.