NUEVO MODELO DE GESTIÓN

Responsables de origen

Cristian Rovira, vicepresidente del Grupo Sifu, defiende en un libro la compatibilidad de hacer negocios y tener visión social

El problema es que la responsabilidad social corporativa al estilo clásico "tiene fecha de caducidad", asegura el directivo

Cristian Rovira posa fuera de las oficinas centrales de Sifu en L’Hospitalet de Llobregat. / DANNY CAMINAL

No son términos opuestos. O no deberían serlo en el capitalismoNegocios visión social son compatibles. Así lo defiende Cristian Rovira, vicepresidente del Grupo Sifu, en el libro 'Responsabilidad social competitiva' (Ediciones Urano. Barcelona, 2016). A su juicio no es solo posible "hacer el bien en el trabajo" sino "hacer el bien con el trabajo".

El problema de fondo es que la responsabilidad social corporativa (RSC), entendida muchas veces más como una medida de márketing o una moda, "tiene fecha de caducidad". Ha ido muy ligada al ciclo económico y se practica solo cuando la empresa gana dinero, pero se abandona cuando hay una crisis, explica.

El autor  afirma que no solo es posible "hacer el bien en el trabajo" sino "hacer el bien con el trabajo" 

Rovira (Barcelona, 1974), que también fue presidente de la asociación de jóvenes empresarios, Aijec, afirma en la obra que "una filosofía empresarial enfocada a hacer el bien con las cosas que hacemos, más que hacer solo bien las cosas, puede suponer el éxito comercial". 

La clave radica en que ese concepto y esa forma de ver el mundo forme parte del ADN del emprendedor e impregne su organización. Lo que diferencia la responsabilidad social corporativa de lo que él denomina 'responsabilidad social competitiva' es que, en este caso, "el empresario crea su negocio desde un principio basándose en el factor social como elemento diferencial sin perder de vista la rentabilidad".

Eso requiere dejar atrás la caridad y la filantropía y apostar por "la excelencia en la gestión", como vía para ofrecer un plus no solo a los clientes, cada vez más conscientes socialmente y defensores de valores como la sostenibilidad, sino a los empleados y todas aquellas otras personas que tienen relación con la compañía, como por ejemplo, los proveedores. Movilidad sostenible, energías renovables, alimentos ecológicos... Cada vez son más las iniciativas.  

Porque no es solo una cuestión de la empresa de la que es socio Rovira con Albert Campabadal, que es un centro especial de empleo líder en España en la prestación de servicios con personas discapacitadas y que supera con creces los umbrales legales de contratación establecidos, sino que hay "muchos ejemplos en todos los sectores". Estos abarcan desde el sector financiero, con Triodos Bank; hasta el turístico, con proyectos como Biohotels, o el energético, con la cooperativa Som Energia. 

Pero también hay casos en los que las compañías o sus gestores optaron por hacer de la transformación su mejor tabla de salvación, como es el caso de Ecoveritas, surgido de uno de los fundadores de Caprabo, Cafés Novell o la firma de embutidos Salgot.