En un contexto de estrecheces de tesorería, el Govern sigue dándole vueltas a la manera de encontrar nuevas fuentes de recursos. La manta es corta y, si no hay más tela, taparse los pies significa destaparse de la cabeza. Para no tener que recurrir tanto a la costosa calefacción del FLA, se plantean fórmulas para aumentar los ingresos, como por ejemplo la modificación de los tramos más altos del IRPF. Un aspecto en el que no hay coincidencias en el seno de Junts pel Sí. Después de que la portavoz del Govern, Neus Munté, y el secretario de Economia, Pere Aragonès, mandaran mensajes cruzados sobre esta materia, Carles Puigdemont ha sido tajante: "No estamos en un escenario de subida del IRPF".

"Trabajamos para que en las leyes de presupuestos y de acompañamiento no haya ningún retoque más que en la parte baja de la escala, que está un poco alta. En algún otro tramo se podría estudiar una subida, pero no estamos en este escenario", ha explicado el 'president'. De todos modos, en una matización posterior ante los periodistas, ha añadido que no ve "margen de subida de los tramos más altos, ni tampoco de bajada en los más bajos" tras analizar con profundidad las cifras. También ha añadido que en cualquier caso los efectos no se verían hasta el 2018 o el 2019.

"No hay ningún desacuerdo”, ha asegurado Munté después de la reunión del Govern. Pero en el debate sobre los impuestos, ERC y Convergència han tenido históricamente una visión distinta, como han vuelto a evidenciar Munté y Aragonès. Mientras el secretario de Economia ha apuntalado la idea sugerida por Oriol Junqueras de subir el IRPF en sus tramos más altos, la portavoz ha querido recordar que en el programa de Junts pel Sí no se hablaba de gravar más a los que más cobran, sino que solo se planteaba bajar la presión fiscal que sufren las clases media y baja. Y ha dejado claro que no habrá ningún aumento impositivo en los próximos presupuestos, que el Govern espera poder llevar al Parlament antes de final de mes. “No está previsto ningún incremento en lo que se refiere al IRPF”. En cambio, se ha mostrado más abierta a buscar “rendijas” en otros ámbitos, como el medioambiental, recordando de todas formas que el Ejecutivo central y el Tribunal Constitucional han tumbado varios impuestos. 

LA SENDA DE ARAGONÈS

"Si queremos reducir el déficit para depender menos del FLA y hacer más gasto social y, a la vez, tener una rebaja generalizada de impuestos, eso es la cuadratura del círculo, y el círculo es redondo", ha recordado Aragonès, antes de insistir en que "no habrá una subida generalizada de impuestos" porque los ciudadanos de Catalunya ya soportan una presión fiscal elevada, pero que el Govern está estudiando cambios puntuales para optimizar la recaudación tributaria porque tiene ese mandato parlamentario, así como el de aumentar las partidas destinadas a combatir la pobreza.

Hay dos elementos que ayudan a entender esta disparidad de opiniones: la campaña del 26-J (en la que cada uno mira a su electorado) y la confección de los presupuestos, en los que se busca la complicidad de la CUP. Con un punto de ironía, Albert Botran ha señalado que estaba "doblemente de acuerdo", tanto con la intención de subir los tramos más altos como la de bajar los más bajos. En la política de gestos en plena negociación presupuestaria, el diputado de la CUP ha anunciado que el jueves presentarán sus propuestas presupostarias en una conferencia con el elocuente título 'Qué entendemos por presupuestos de ruptura'. C's ha criticado las "contradicciones" de ERC y CDC mientras que Joan Coscubiela, portavoz de Sí que es Pot, ha pedido que "dejen de hacer teatro". Dispuesto a hurgar en la fisura, Xavier García Albiol ha anunciado que interpelará a Junqueras en el próximo pleno y que posteriormente impulsará una moción para que unos y otros "se pronuncien y voten a favor de instar al Govern a que no suba los impuestos”.