El Tribunal Constitucional ha anulado varios de los llamados impuestos verdes de Catalunya al considerar que son "coincidentes" con las tasas estatales. El Parlament de Catalunya aprobó en el 2014 gravar la emisión de óxidos de nitrogéno a la atmósfera producida por la aviación comercial, el impuesto a la emisión de gases y partículas producida por la industria y el impuesto sobre producción de energía eléctrica de origen nuclear.
El Govern quería destinar la recaudación de estos impuestos a financiar actuaciones de protección civil en estas zonas de emisión de estos gases. Por ello, el alto tribunal sostiene que estas tasas "persiguen disuadir o desincentivar actividades que se consideran nocivas para el medio ambiente o estimular actuaciones protectoras de determinada finalidad".
Y sostiene que estos impuestos ya están regulados por el Estado y los anula "porque gravan la misma actividad y lo hacen desde la misma perspectiva" que las tasas estatales.