CaixaBank ha anunciado una oferta pública de adquisición por el 100% del Banco Portugués de Inversión (BPI) tras fracasar el acuerdo publicado el domingo de la semana pasada entre la multimillonaria angoleña Isabel dos Santos. Se trata de la segunda OPA que CaixaBank lanza sobre el quinto banco de Portugal, en el que ya controla el 44%. El pasado año la operación fracasó por el bloqueo de Dos Santos, que cuenta con el 18,6% de las acciones, en el consejo. La razón es que CaixaBank a pesar de tener la mayoría del capital tiene limitado su capacidad de voto al 20% de los votos debido a los estatutos del banco y la regulación portuguesa. 

Finalmente, el Gobierno luso ha aprobado este lunes una propuesta legislativa que permitirá suspender el blindaje de los estatutos en sociedades cotizadas, lo que desbloquearía la situación actual que vive el BPI. La aprobación de esta propuesta se produjo el pasado jueves en el Consejo de Ministros, aunque ese día no se anunció en el comunicado que hizo público el Ejecutivo con sus acuerdos

Según ha informado CaixaBank a la CNMV, esta oferta, que se llevará a cabo en el momento en que lo autorice la Comisión del Mercado de Valores de Portugal, propone un precio en metálico de 1,113 euros por acción y está condicionada a la eliminación del límite de derechos de voto en BPI y a que se alcance más del 50 % del capital.

CaixaBank añade que ha mantenido conversaciones con el BCE para mantenerle informado y solicitar la suspensión de cualquier procedimiento administrativo contra el banco BPI.

El precio de la OPA coincide con la cotización media ponderada de la acción de Banco BPI en los últimos seis meses. En el caso de que CaixaBank llegara a controlar el 100 % de BPI con la OPA propuesta debería realizar un desembolso en efectivo de 906 millones de euros, cantidad que se reduciría a 420 millones si el control es sobre el 70 %, y hasta los 112 millones si es sobre el 51 %, según los escenarios estudiados por esta entidad bancaria.

El banco portugués necesita desprenderse de su participación del 50,01 % en el Banco de Fomento de Angola (BFA) por exigencia de las autoridades comunitarias, que no consideran que el sistema de supervisión bancaria del país africano sea equivalente al europeo. Los dos principales accionistas del BPI, el español Caixabank -con el 44,1 % del capital- y la sociedad Santoro de Isabel Dos Santos -con el 18,6 %- han estado buscando intensamente una solución las últimas semanas.

El regulador europeo obligó a BPI o bien a cubrir el 100% de los riesgos de la filial angoleña, lo que supondría una cantidad económica muy elevada, o bien a desprenderse de esta entidad. El BCE prevé imponer una sanción diaria de 165.000 euros al BPI a partir del lunes.