CRISIS EN UN GIGANTE EMERGENTE

La economía de Brasil al borde del colapso tras un "annus horribilis"

La dimisión del ministro de Finanzas, Joaquim Levy, constata los problemas del Gobierno para controlar la economía

La subida de tipos decidida por la FED puede acelerar la salida de dólares del país brasileño

Miles de personas recorren las calles de Brasilia para protestar contra la corrupción del Gobierno de Dilma Rousseff. / AFP / EVARISTO SA

Brasil, la mayor economía de América Latina y la “niña bonita” entre los países emergentes en la última década, cerró el pasado viernes la que podría considerarse la peor semana de su particular “annus horribilis”. En tan solo 48 horas, la agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings decidió retirar el grado de inversión a la deuda soberana brasileña, que pasó a ser considerada “bono basura”(BB+), y el ministro de Finanzas, Joaquim Levy, puso fin a su participación en un gobierno en el que sus propios compañeros lo apodaron “Levy Manostijeras”.

Ambas cosas se veían venir. Desde que el pasado mes de septiembre Standard & Poor¿s se atrevió a señalar los graves problemas del gigante amazónico, era cuestión de tiempo que tanto Fitch como Moody¿s hicieran lo propio y revisasen sus notas calificaciones a la baja. En su comunicado del miércoles, Fitch detalló como una recesión mucho mayor de lo esperada, el deterioro de las cuentas públicas y la creciente incertidumbre en el campo político “podrían perjudicar todavía más la capacidad del gobierno de implementar las medidas fiscales que estabilicen el creciente endeudamiento”.

Lo cierto es que, hoy por hoy, el Brasil de los BRICS y el Mercosur es un verdadero caos. La presidenta Dilma Rousseff ha perdido prácticamente el control sobre un Congreso Nacional que se niega a aceptar una subida de impuestos como solución a la falta de liquidez y que, por si fuera poco, prepara un juicio político que podría conllevar su destitución en 2016. Y es que según los cálculos del gobierno, Brasil acabaría con un déficit en sus cuentas públicas de 27.492 millones de euros si se optase por pagar la deuda que el estado mantiene con los bancos públicos. Una sangría que no pudo ser evitada a pesar de los recortes por valor de 15.317 millones de euros impuestos por el neoliberal Levy y que fueron duramente criticados por el Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.

Las claves de la noticia

  • Recesión  Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe(CELAC) la región cerrará este año con una recesión del 0,4 % y crecerá sólo un 0,2 % en 2016. En este sentido, el organismo precisa que la recesión prevista para este año se debe principalmente al complejo escenario externo y la caída del precio de las commodities(petróleo). Por ello, Venezuela (-7,1 %) y Brasil (-3,6 %) liderarán las caídas del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que la República Dominicana será el país que más crecerá, con un 6,6 %, y Panamá lo hará un 6,2 %.              
  • Efecto dólar  El impacto del dólar sobre las divisas sudamericanas en 2015 ha sido devastador. Dejando a un lado el bolívar fuerte venezolano, cuyo valor oficial no depende de las fluctuaciones del mercado, el real brasileño acumuló una depreciación del 32%, una cifra ligeramente inferior al desplome del peso colombiano(-38,1%) y del peso mexicano(-13%). El descenso más reciente se produjo el pasado jueves en Argentina cuando el nuevo presidente Mauricio Macri decretó el fin del llamado “cepo cambiario” lo que supuso una devaluación del 40% del peso en tan solo un día.  
  • Crisis en el Mercosur  Las dificultades en Brasil, la llegada del neoliberal Mauricio Macri al gobierno de Argentina y la reciente victoria de la oposición en Venezuela han abierto una nueva vía al bloque Mercosur. En este sentido, las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre el Mercosur y la Unión Europea podrían ser las grandes beneficiadas. Asímismo, el refuerzo de la Alianza del Pacífico(Chile, Colombia, México y Perú) con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica(TPP) firmado por Perú podría suponer un giro en las relaciones comerciales de América Latina.

OPOSICIÓN A MÁS RECORTES

Sin embargo, la gota que colmó la paciencia de Rousseff llegó a principios de semana cuando Levy se negó a revisar su objetivo de conseguir un superávit primario del 0,7% del PIB para 2016, unos 7.046 millones de euros, lo que le habría obligado a recortar sus valiosos programas sociales y con ello perder el apoyo de las clases bajas del país que responden por el escaso 9% de popularidad que le otorgan las encuestas. Es por ello que muchos en Brasil piensan que Rousseff decidió desautorizar a Levy anunciando un objetivo de superávit del 0,5% del PIB en 2016 consiguiendo, en una misma jugada, que la inevitable pérdida del grado de inversión le permitiese deshacerse de un ministro con el que hacía tiempo que no tenía ninguna sintonía.

La herencia que recibe el nuevo ministro de Finanzas, Nelson Barbosa, no es para nada alentadora. Según el último informe del Banco Central de Brasil, la economía del país acabará el 2015 con una caída del 3,62% por ciento del PIB, una inflación que alcanzará el 10,61% y un desempleo del 7,5% después de que 1,5 millones de brasileños perdiesen su trabajo en los últimos 12 meses. No obstante, el primer quebradero de cabeza para Barbosa podría venir de sus vecinos del norte, los Estados Unidos. La histórica decisión esta semana de la Reserva Federal de aumentar los tipos de interés, por primera vez desde 2006, podría provocar un “efecto llamada” a los capitales invertidos en un Brasil cada vez más inestable disparando aun más el precio del dólar norteamericano sobre el real brasileño. 

SALIDA DE DÓLARES

La inmediata salida de dólares, que hasta ahora estaban invertidos por fondos extranjeros en títulos privados y de renta fija en el mercado brasileño, podría alcanzar los 50.000 millones de dólares aunque algunos analistas más conservadores dudan que la cifra sobrepase los 20.000 millones. El fenómeno alimentaría más aun la depreciación del real brasileño que el pasado viernes se hundió hasta los 3,95 reales por dólar, un escalofriante descenso del 32% de su precio en lo que va de 2015. 

Por su parte, el presidente Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, intentó relativizar el impacto que el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos tendrá sobre la divisa brasileña recordando los aproximadamente 370.000 millones de dólares de las reservas internacionales de Brasil. Un farol que no pudo ocultar la necesidad cada vez mayor de Brasil de acudir a emisones especiales de divisas con el objetivo de mantener el precio del real estable, una maniobra que consumió 29.000 millones de dólares en los últimos meses. 

Si el pasado mes de septiembre la prestigiosa publicación británica "The Economist" irritaba a Rousseff al considerar el país como el "junk"(basura en inglés) entre los países emergentes en una poco sutil alusión a la rebaja de Standard & Poor's al "bono basura", lo cierto es que el tiempo les ha dado la razón. Los 7 años, 6 meses y 18 días que Brasil permaneció en la primera división del crédito internacional fueron como un largo Carnaval que ha llegado a su fin.