El Ayuntamiento de Esplugues se prepara para resucitar el polémico Pla Caufec-Porta Barcelona, en el barrio de Finestrelles. Polémico porque lleva paralizado más de cinco años por la explosión de la burbuja inmobiliaria y la caída de Sacresa, que dejó parte de los terrenos en manos de las entidades financieras y numerosos propietarios particulares. Y polémico porque ha contado desde sus inicios con la oposición de una parte de los vecinos que han llevado sus reivindicaciones por la vía judicial al considerar la operación de "especulativa", contencioso que todavía tiene pendiente un juicio en enero.
Sin embargo, una vez la crisis económica ha empezado a remitir ligeramente en el sector del ladrillo tras años muy oscuros, el consistorio se muestra favorable a que se retome un plan considerado de gran envergadura, similar a la que tuvo el proyecto de Diagonal Mar en Barcelona. Esta zona es especialmente atractiva porque se encuentra a las puertas de Barcelona en un enclave privilegiado desde el punto de vista de las comunicaciones, junto a la Ronda de Dalt, la Diagonal y la B-23. "Es un plan muy interesante para la ciudad de Esplugues porque atraerá inversiones, generará empleo y permitirá recuperar una zona que ha quedado degradada por la paralización del proyecto", ha explicado el primer teniente y responsable de Territorio y Sostenibilidad de Esplugues, Eduard Sanz. La oportunidad existe porque por primera vez en años empiezan a haber inversores interesados en tirar adelante el proyecto. Como adelantó ayer EL PERIÓDICO, el grupo inmobiliario familiar belga Equilis ha presentado una oferta en firme para quedarse una parcela de la parte sur del proyecto, de 20.000 metros cuadrados de suelo con una edificabilidad de 57.000 metros cuadrados.
El terreno se ubica en el cruce entre la calle Laureà Miró y la Ronda de Dalt, justo al lado de la Clínica Diagonal Mar. Equilis planea edificar unas galerías comerciales con un gran hipermercado en una operación que supondría una inversión superior a los 120 millones de euros. La financiación no solo llegará para el centro comercial. También las inmobiliarias Sacresa, Metrovacesa e Imasa han informado a la junta de compensación su intención de iniciar la construcción de viviendas en la zona residencial norte, para lo que ya contarían con financiación, según fuentes del proyecto.
Sin embargo, quedan todavía flecos pendientes. "Estamos trabajando con la junta de compensación la urbanización necesaria para poder iniciar el proyecto y hasta que esto no esté finalizado no daremos los permisos de construcción", ha explicado Sanz. En el último año se han soterrado las lineas de alta tensión y se han arreglado las calles. Pero faltan aspectos importantes como el alcantarillado y la conexión eléctrica de la zona con la subestación de Sant Just Desvern. "Hasta que no esté todo correcto no concederemos ningún permiso", ha explicado el primer teniente de alcalde. La degradación de la zona en los últimos años ha comportado el deterioro de las zonas verdes, los parques infantiles y el alumbrado, así como otros desperfectos como consecuencia del pillaje, como es el caso de cableados robados.
Inicialmente, el Pla Caufec-Porta Barcelona estaba dividido en dos partes: la norte en el que se proyectó una zona residencial de alto standing con la construcción de medio millar de viviendas, y la sur colindante a L'Hospitalet, en la que estaba prevista la construcción de un centro comercial y de ocio, con 59.000 metros cuadrados de techo, y 180 viviendas más. También preveía la construcción de dos torres de 92 metros de altitud para actividad empresarial y hotelera, seis edificios de siete plantas un hotel y 16 edificios de casi 30 metros para viviendas.