Evitar reducir la sanción por admitir la culpabilidad
Volkswagen ha reconocido la trampa y, por tanto, la sanción que se le impondrá, que rondaría los 18.000 millones de dólares, podría reducirse a la mitad si se acaban aplicando las leyes del Aire Limpio en vigor que datan de los años 70.
Necesidad de revisar los procedimientos de control
Las pruebas para medir las emisiones no son iguales en todas partes. En EEUU ya se apuesta por realizar los test en condiciones de tráfico real, algo que en Europa debería empezar a hacerse en el 2017. Por ahora solo se hace en laboratorios y circuitos.
Equilibrar los niveles de emisiones a nivel mundial
La disparidad de criterios según las normativas de cada zona y grupo de países hace que los fabricantes busquen soluciones estándar que no supongan un coste elevado. Si hubiese un mismo criterio, las ‘trampas’ serían menos frecuentes.
Apuesta real por los propulsores alternativos
Hay que evitar, con realismo, que solo sirvan para dar imagen de compromiso ecológico y para rebajar la media de emisiones a la que se obliga a los fabricantes.