1,5 millones de empleos en España dependen de exportar fuera de la UE

Entre 1995 y el 2011 la cifra de puestos de trabajo vinculados al exterior creció un 126%

Trabajadores en los muelles del puerto de Barcelona, a punto para cargar un contenedor. / DANNY CAMINAL

Cuatro de cada 10 ciudadanos de la Unión Europea (UE), según el último Eurobarómetro europeo, siguen viendo a la globalización como una amenaza para la economía. Una sensación que cala especialmente entre las mujeres, los mayores de 60 años, los parados y los trabajadores menos cualificados. Aún así, exportar no solo se ha convertido en una fuente vital de ingresos para la economía europea también lo es para la creación de empleo. En total, 31,1 millones de puestos de trabajo, uno de cada siete directos e indirectos, dependían ya en el 2011 del club comunitario de las exportaciones a países terceros. De ellos 1,5 millones corresponden a España con un incremento del 126% respecto a 1995. «La tendencia es positiva y no se ha detenido pese a la crisis·», valora Ilaria Maselli, investigadora del think tank Centre for European Policy Studies.

COMPETITIVOS Y PRODUCTIVOS

Son algunos de los datos de un informe publicado por el Ejecutivo comunitario sobre exportaciones de la UE al mundo y su implicación para el empleo. «Sin duda es bueno para el tejido laboral. Se crean empleos y además empleos competitivos, que son más productivos», prosigue.

El documento, que incluye cientos de páginas y tablas con datos de la evolución registrada en el periodo 1995-2011, pone de manifiesto que el 60% de este tipo de empleos corresponde en España al sector servicios, un 11% a maquinaria y equipamiento de transporte y un 10% a la exportación de minerales y metales cuyo valor alcanzó en el 2011 los 109.000 millones de euros.

El análisis muestra también que el grueso de los empleos, algo más del 40%, están vinculados a trabajadores poco cualificados (25% en la UE), el 32% a empleos altamente cualificados (25% UE) y el 27% a puestos de trabajo que requieren una cualificación media (50% en la UE), una situación muy polarizada. En líneas generales, se trata además de empleos mucho mejor pagados que reflejan el peso productivo que tienen las firmas exportadoras.

Entre 1995 y 2011 el empleo europeo generado en la UE a cuenta de las exportaciones aumentó un 67% (12,5 millones de empleos) hasta sumar algo más de 31 millones. De ellos, 3 millones (10%) corresponden a puestos de trabajo creados en el 2011 gracias a las exportaciones de bienes y servicios a China, que se sitúa como el segundo gran destino por detrás de EEUU. El país con el que Bruselas negocia desde hace casi dos años un polémico tratado de libre comercio (TTIP) sigue siendo el gran aliado comercial de la Unión Europea.

A este país se dirigen el 15% de las exportaciones europeas de las cuales dependen casi 4,7 millones de empleos en toda la UE, con especial incidencia en países como Irlanda -donde 1 de cada 4 puestos de trabajo depende de los envíos al otro lado del atlántico- España (21%), Reino Unido, (22%), Holanda (20%) y Bélgica (20%).

Otros dos potentes destinos, especialmente para los países del este de Europa, son Rusia, cuyas relaciones con la UE no atraviesan el mejor momento, y Turquía, el eterno candidato a la UE y cuyas conversaciones avanzan a trompicones. Al primero corresponden el 6% de los empleos vinculados a la exportación y el 4% al segundo.

La comparativa también constata la importancia de la locomotora alemana como potencia exportadora, a años luz de países como España. En el 2011, según el informe, era el país de la UE con un mayor número de puestos de trabajo vinculados a este sector, 7,4 millones de empleos, muy por delante de sus perseguidores más inmediatos como son Reino Unido (3,5 millones), Italia (3,1 millones) y Francia (2,7 millones).

Aunque España sigue lejos de estas cifras, es el quinto país europeo donde más se multiplicó la creación de empleo vinculada a la exportación, pasando de los 700.000 entonces al 1,5 millones del último dato disponible, con un incremento del 126%. Otros países donde el sector exportador cobró fuerza fueron Luxemburgo (296%), Irlanda (187%), Malta (147%) y Grecia (126%).

Cuatro de cada 10 ciudadanos de la Unión Europea (UE), según el último Eurobarómetro europeo, siguen viendo a la globalización como una amenaza para la economía. Una sensación que cala especialmente entre las mujeres, los mayores de 60 años, los parados y los trabajadores menos cualificados. Aún así, exportar no solo se ha convertido en una fuente vital de ingresos para la economía europea también lo es para la creación de empleo. En total, 31,1 millones de puestos de trabajo, uno de cada siete directos e indirectos, dependían ya en el 2011 del club comunitario de las exportaciones a países terceros. De ellos 1,5 millones corresponden a España con un incremento del 126% respecto a 1995. «La tendencia es positiva y no se ha detenido pese a la crisis·», valora Ilaria Maselli, investigadora del think tank Centre for European Policy Studies.

COMPETITIVOS Y PRODUCTIVOS / Son algunos de los datos de un informe publicado por el Ejecutivo comunitario sobre exportaciones de la UE al mundo y su implicación para el empleo. «Sin duda es bueno para el tejido laboral. Se crean empleos y además empleos competitivos, que son más productivos», prosigue.

El documento, que incluye cientos de páginas y tablas con datos de la evolución registrada en el periodo 1995-2011, pone de manifiesto que el 60% de este tipo de empleos corresponde en España al sector servicios, un 11% a maquinaria y equipamiento de transporte y un 10% a la exportación de minerales y metales cuyo valor alcanzó en el 2011 los 109.000 millones de euros.

El análisis muestra también que el grueso de los empleos, algo más del 40%, están vinculados a trabajadores poco cualificados (25% en la UE), el 32% a empleos altamente cualificados (25% UE) y el 27% a puestos de trabajo que requieren una cualificación media (50% en la UE), una situación muy polarizada. En líneas generales, se trata además de empleos mucho mejor pagados que reflejan el peso productivo que tienen las firmas exportadoras.

Entre 1995 y 2011 el empleo europeo generado en la UE a cuenta de las exportaciones aumentó un 67% (12,5 millones de empleos) hasta sumar algo más de 31 millones. De ellos, 3 millones (10%) corresponden a puestos de trabajo creados en el 2011 gracias a las exportaciones de bienes y servicios a China, que se sitúa como el segundo gran destino por detrás de EEUU. El país con el que Bruselas negocia desde hace casi dos años un polémico tratado de libre comercio (TTIP) sigue siendo el gran aliado comercial de la Unión Europea.

A este país se dirigen el 15% de las exportaciones europeas de las cuales dependen casi 4,7 millones de empleos en toda la UE, con especial incidencia en países como Irlanda -donde 1 de cada 4 puestos de trabajo depende de los envíos al otro lado del atlántico- España (21%), Reino Unido, (22%), Holanda (20%) y Bélgica (20%).

Otros dos potentes destinos, especialmente para los países del este de Europa, son Rusia, cuyas relaciones con la UE no atraviesan el mejor momento, y Turquía, el eterno candidato a la UE y cuyas conversaciones avanzan a trompicones. Al primero corresponden el 6% de los empleos vinculados a la exportación y el 4% al segundo.

La comparativa también constata la importancia de la locomotora alemana como potencia exportadora, a años luz de países como España. En el 2011, según el informe, era el país de la UE con un mayor número de puestos de trabajo vinculados a este sector, 7,4 millones de empleos, muy por delante de sus perseguidores más inmediatos como son Reino Unido (3,5 millones), Italia (3,1 millones) y Francia (2,7 millones).

Aunque España sigue lejos de estas cifras, es el quinto país europeo donde más se multiplicó la creación de empleo vinculada a la exportación, pasando de los 700.000 entonces al 1,5 millones del último dato disponible, con un incremento del 126%. Otros países donde el sector exportador cobró fuerza fueron Luxemburgo (296%), Irlanda (187%), Malta (147%) y Grecia (126%).