LOS MERCADOS

Cuando Wall Street cotiza al revés

No será por falta de advertencias, desde hace más de un decenio, de que la interpretación de cómo evoluciona el mercado global de acciones de renta variable sigue unas pautas de   evolución diaria -con sus tendencias a mayor plazo- distintas a las que se daban por sabidas en el capitalismo ya trasnochado. Que un país sea tan exitoso que su economía crezca y además reduzca el paro de manera significativa, hoy es una mala noticia para las bolsas. Es lo que está ocurriendo en EEUU: en cuanto ayer se supo que su principal indicador de empleo situaba el paro en el 5,5% de su población activa (se han  creado 300.000 empleos en una semana), los principales índices de Wall Street empezaron a descalabrarse. Por lo de siempre:  si baja el paro, sentencian los analistas, será la señal de salida para que suban los tipos de interés del dólar y de la renta fija de EEUU, lo que invita a dejar la renta variable. Lástima que esa fuera la tendencia dominante en los mercados globales, con su contagio en Europa. Fue tan intenso, que no se llegó a valorar como es debido la incorporación de Apple al sacrosanto índice restringido del Dow Jones. Cierto que ya están ahí Microsoft e Intel, las compañías que revolucionaron la industria de los ordenadores a finales del 2000. Que ahora se incorpore al olimpo de la bolsa mundial el líder indiscutible de las terminales móviles es la consagración de la nueva época de atracción de capitales hacia estas compañías que, dicho sea de paso, han estado en Barcelona exhibiendo sus últimos modelos y tendencias. Solo los efectos de la manguera Draghi podrían variar la tendencia.

El Ibex 35 perdió un 0,29% y se quedó en los 11.091 puntos.