Hay emprendedores cuyos proyectos nacen directamente de un equipo formado y válido, que son capaces de idear un plan de negocio y de trabajar en el producto final. Pero, de nuevo, la escalabilidad y el tiempo es oro en este sector. «Las aceleradoras son la mejor opción por un tema de escalabilidad: construir más con menos y en menos tiempos», explica Julian Vinué, director de Wayra Barcelona,  la aceleradora de empresas de Telefónica.

Esta figura ayuda a las empresas a dar el gran salto en poco tiempo. «Invertimos hasta 40.000 euros en dos fases en las start-ups que elegimos (a cambio de entre el 5% y el 10% de la sociedad). Les damos espacio, equipo, servicios, contactos, reuniones con inversores... pero sobre todo nuestro principal activo es la propia Telefónica, pues nosotros podemos llegar a muchos clientes antes que nadie», explica Vinué. Las estancias suelen ser de seis meses, y al final terminan con una presentación ante inversores para tratar de conseguir capital.

Según Vinué, para captar las candidatas tienen en cuenta las ideas -«no es la parte más importante-», pero sobre todo la tesis («que detecten un problema y que su producto le dé solución»), el equipo, la tecnología y la tracción. «Crecer rápido es importante, pero a veces también lo es que si tienen que fallar, fallen rápido. Es importante saber frenar a tiempo», agrega Vinué.

Desde el 2011, Wayra ha invertido en 430 empresas, con una ratio de supervivencia del 80%, que han levantado inversión de terceros de más de 57 millones de euros.

Además de Wayra, otras aceleradoras con presencia en España son SeedRocket, Startupbootcamp, Conector e Impact.