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De una vida móvil a una vida 'smart'

La llegada a nuestras vidas del 'smartphone', las tabletas y las aplicaciones tiene un fuerte impacto en la forma en que nos comunicamos

y en muchas de nuestras rutinas diarias. Por ello, los dispositivos móviles se han convertido en la base de nuevas oportunidades

De una vida móvil a una vida smart_MEDIA_1 / AP Photo / Rodrigo Abd

Si alguien os preguntara cuántos teléfonos móviles hay en el mundo, ¿qué responderíais? Pues, aunque pueda resultar sorprendente, actualmente existen casi tantos teléfonos móviles como personas en el mundo y, es más, se estima que para finales de la década el número de dispositivos móviles supere a la población mundial, con una clara tendencia hacia el uso de teléfonos inteligentes o smartphones.

A tenor de estos datos, se puede afirmar que el smartphone, su hermana mayor, la tableta, y las aplicaciones instaladas en ellos (las apps) son una realidad tecnológica que ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Esta realidad está teniendo un fuerte impacto en la forma en que nos comunicamos y en muchas de nuestras rutinas diarias. Asimismo, ha provocado el efecto «aquí y ahora», ya que nos hemos acostumbrado a obtener resultados inmediatos a nuestras consultas al estar conectados a internet permanentemente.

Como consecuencia, distintos sectores de la economía han empezado a adaptarse a estos nuevos hábitos de la sociedad, haciendo frente a una nueva realidad: conectar con sus clientes a través de las páginas web ya no es suficiente, es necesario ofrecerles una app adaptada a sus necesidades. Estas apps permiten un contacto directo con el cliente, fidelizarlo a través de servicios y descuentos hechos a medida, ofrecerle ofertas personalizadas o notificarle promociones cuando está cerca del local (geomárketing). En este contexto, estamos a punto de dar un paso más, extendiendo los servicios basados en la geolocalización del exterior al interior de los comercios, por ejemplo, mediante tecnologías como iBeacon, de Apple, o Gimbal de Qualcomm.

Además del efecto transformador, los dispositivos móviles son la base de nuevas oportunidades de negocio en distintos sectores, más allá de los propiamente vinculados a los dispositivos móviles y las apps.

De las reservas 'on line' al 'mTourism'. La industria del turismo y el ocio está viviendo una gran revolución tecnológica de la mano de los dispositivos móviles. Por ejemplo, las guías de viaje tradicionales se han transformado en apps que nos permiten planificar y disfrutar mejor del viaje (por ejemplo, Trip o Minube), consultar las opiniones de otros viajeros antes de escoger un restaurante (por ejemplo en TripAdvisor), llamar a un taxi (myTaxi, Hailo o GooTaxi), reservar una habitación de hotel en el último minuto (Hotel Tonight o Really Late Booking) o, simplemente, estar en ella unas horas con ByHours.

Del 'eHealth' al 'mHealth'. El eHealth, más cercano al concepto de la e-Administración (por ejemplo, la reserva on line de la próxima visita al médico), está evolucionando al mHealth para ofrecer soluciones que amplíen el alcance y la calidad de la asistencia sanitaria, a la vez que se reducen sus costes a través de la teleasistencia. Además, podemos incorporar a nuestras rutinas diarias nuevos hábitos saludables usando apps para realizar ejercicio físico (Nike+Running) o para hacer dieta (Loose it!), por poner algunos ejemplos.

Del 'eLearning' al 'mEducation'. La tecnología móvil también ha irrumpido en las aulas. Es una herramienta que permite, junto a otras tecnologías, adaptar los contenidos educativos a las necesidades de cada alumno e integrar elementos de gamificación para motivar a aprender a los estudiantes, muchos, nativos digitales. Cabe destacar la iniciativa mSchools de la Mobile World Capital Barcelona y la GSMA destinada a que los estudiantes de secundaria trabajen en el aula con tecnología móvil.

Del 'broadcasting' al entretenimiento social. El sector audiovisual también se está adaptando a esta realidad, en la que los espectadores ya no son meros consumidores pasivos, sino que son capaces de crear y compartir sus propios contenidos usando los dispositivos móviles e interactúan con los programas mediante aplicaciones interactivas de second screen y a través de las redes sociales mientras miran los programas en sus smart TVs.

Finalmente, a nivel tecnológico deberemos estar pendientes de la evolución de algunas de las tendencias tecnológicas actuales relacionadas con estos dispositivos, junto a tecnologías como la realidad aumentada, el Near Field Communication (NFC) o el reconocimiento de voz. El Internet of Things (internet de las cosas), basado en la idea de que los dispositivos usados a diario se conecten a internet, empieza a ser una realidad, por ejemplo a través de los dispositivos wearables, desde pulseras, relojes o gafas inteligentes (smart watches y smart glasses, como las de Google o Meta), hasta prendas de vestir (smart fabrics). Estos artilugios, junto con las tecnologías relacionadas con el cloud computing y el Big Data, permitirán aumentar las capacidades actuales de los dispositivos móviles. Y todo ello, cómo no, deberá convivir dentro de una smart city, que debe ser capaz de usar toda esta información, obtenida a través de redes de sensores, los vehículos (el coche conectado) o los propios ciudadanos (citizens as sensors) para mejorar nuestra calidad de vida.