1 Ahorra y sácate el título (cuenta a partir de 350 euros). Mientras tanto saborearás las mieles del sueño del navegante con costes fijos y conocimiento. Persevera después del primer susto, porque en caso contrario preferirás quedarte en tierra con tu título.
2 Haz amigos y en la medida de lo posible haz que sean ellos los que compren el barco y tú seas el patrón.
3 Adquiere el barco solo si te puede más el sueño que el realismo y va a ser la base de tu felicidad y de tu pareja en el futuro.
4 Adquiere aquello que se adapta a tus necesidades y no a las expectativas de los demás. Si te vale una semirrigida no compres un 12 metros. Si tu pareja llora cuando estás al timón, busca otra cosa en la vida, o perderás la vida o la pareja.
5 La compra de un barco supone más la aceptación de gastos que una buena inversión (la mayoría de las veces). No vayas de sobrado, pero mejor que te sobre.