A falta de menos de un mes para las elecciones, laGeneralitatha situado eldéficiten 1.353 millones de euros hasta septiembre, equivalente al 0,62% de toda la economía. Eso supone menos de la mitad del objetivo previsto para el conjunto del año (1,5%), cuando solo quedan dos meses para acabarlo, si bien suele ser el periodo en el que más retrasos se acumulan.
La contención de los números rojos se debe esencialmente a las inyecciones yanticipos del Estado(contabilizada a través de avances de las liquidaciones de los grandes impuestos) y a la recuperación del tributo del patrimonio decidida por el Gobierno central. Este gravamen aporta 289,3 millones a lo largo de los nueve primeros meses del año, frente a casi nada un año atrás. En el apartado de los gastos, los objetivos se mantienen a costa de mantener paralizada la inversión, como sucede a lo largo de toda esta legislatura, según se desprende de la ejecución presupuestaria hasta septiembre.
Así, los ingresos no financieros, 17.282,6 millones, crecieron hasta septiembre más del 5%, gracias al impulso de los impuestos directos y los indirectos, con alzas de más del 30%. El empuje se recibe a través de la participación en grandes figuras tributarias como elIRPFo elIVA. En cambio en los impuestos propios o cedidos, la tendencia es plana o negativa.
Los gastos no financieros, con un total de 18.635,6 millones hasta septiembre, se redujeron el 1,96%. Además de los costes financieros que, con 1.187,7 millones aumentaron el 27,6%; destaca también el crecimiento de los gastos corrientes (material, publicidad y otros) hasta llegar a 729,6 millones, un alza del 6,23%. La gran sacrificada es la inversión, como a lo largo de toda esta corta legislatura, con 338,3 millones y un recorte de casi el 17%.