Soy una joven de 22 años, estudiante y en paro desde enero. Mi prestación finalizó en mayo y me concedieron en junio la ayuda de los 400€. En un principio, debería haberla cobrado entre el 20 y 31 de julio, puesto que se cobra al mes siguiente de su concesión. Cuando me reuní con la persona indicada en julio me dijo que la cobraría entre el 1 y el 10 de agosto. Dado que no se me realizaba dicho ingreso, volví a llamar a mi oficina del INEM, los cuales me informaron que no cobraría hasta octubre.
Así pues, no tengo ningún ingreso propio y debo hacer frente al pago de mi matrícula de máster, ya que si no seguimos formándonos, no creo que ningún día optemos a nada. Ciertos empresarios tampoco dan facilidades para compaginar estudios y trabajo y, de este modo, no tenemos ni una mínima experiencia.
Es el pez que se muerde la cola y sin esa ayuda no puedo seguir con mis estudios si no es empeñando a mis padres. Aunque ellos acceden a ayudarme, no olvidemos que los recortes y las subidas también ahogan a las personas con trabajo. De todos modos, trato de ser optimista y pensar que esto pasará.