Tras el anuncio de la presidenta argentina

Bruselas se limita a dar un mero respaldo verbal a España

La Comisión Europea señala que carece de instrumentos legales para actuar contra Argentina

El Ejecutivo comunitario recomienda una solución negociada bilateralmente para resolver el contencioso

LaComisión Europea ha expresado su respaldo verbal a España, aunque ha destacado que laUnión Europea (UE) carece de instrumentos jurídicos para actuar frente aArgentinaen el caso de la expropiación de YPF y la defensa de los intereses de Repsol, ya que el acuerdo comercial y de cooperación económica entre la UE y Argentina de 1990 no permite ninguna posibilidad de emprender acciones contra Argentina en temas comerciales o relacionados con la inversión.

El Ejecutivo comunitario, a través del portavoz del comisario de Comercio, Karel de Gucht, ha recomendado al Gobierno español de utilice los instrumentos del tratado bilateral sobre inversiones existente entre España y Argentina para intentar resolver este contencioso.

"Subrayaremos la necesidad de lograr soluciones de mutuo acuerdo que no dañen el clima de negocios y las relaciones entre la UE y Argentina", ha precisado el portavoz de De Gucht.

PERJUDICIAL PARA LA INVERSIÓN

"Una expropiación forzosa por parte del Gobierno Argentino dará una señal muy negativa a los inversores, nacionales e internacionales, y puede dañar gravemente el clima de negocios en Argentina", ha añadido el portavoz del comisario.

"Confiamos en que las discusiones entre el Gobierno argentino y la compañía conduzcan a una solución satisfactoria para todos", ha indicado el portavoz de De Gucht, pero sin que la Comisión Europea se comprometiera a nada más que ejercer una mera presión diplomática sobre Argentina para llegar a un acuerdo.

"Legalmente es un problema bilateral y no existe ningún papel para la UE con base jurídica en relación con Argentina o algún tipo de mecanismo de arbitraje internacional", según fuentes comunitarias. Una delegación del Servicio Exterior de la UE ya tenía previsto desplazarse esta semana a Buenos Aires y aprovechará la visista para expresar el malestar europeo por la decisión del Gobierno argentino y el impacto negativo que puede tener en las inversiones exteriores en ese país.