A la mayor cadena de supermercados española, Mercadona, parece que España se le ha quedado pequeña. Tras cerrar el 2011 con un nuevo récord de facturación, la firma valenciana dará el salto este año al mercado europeo. La firma estudia implantarse en Francia, Portugal, Bélgica o Italia.
La firma presidida por Juan Roig lleva años estudiando su salida al exterior. En el pasado había sondeado las opciones de Portugal y el norte de África, pero la llegada de la crisis hizo replantear los planes iniciales. Sin embargo, después de casi reconvertirse internamente, reconducido las cuentas y conquistar a decenas de miles de clientes en España, la compañía ultima ahora su salto europeo. Será seguramente con la compra de alguna pequeña insignia. La firma aún no ha decidido si mantendrá la marca Mercadona en el exterior. «Lo que sí que tenemos muy claro es que nos haremos del país. Si nos vamos a Bélgica seremos belgas», afirmó ayer Roig. La empresa seguirá la misma estrategia que en España, con acuerdos con los proveedores y apostando por sus marcas.
Esta estrategia le ha dado sus frutos en España. Tanto es así que la empresa volvió a batir el pasado año su récord de facturación: incrementó las ventas un 8%, hasta los 17.831 millones (el crecimiento en mismas tiendas fue de un 4%). «Reaccionamos a la crisis a tiempo», aseguró Roig. La compañía también creció en ganancias, hasta 474 millones, el 19% más que hace un año.
«Estamos muy orgullosos de haber creado 6.500 empleos, lo que significa que cada día hemos dado trabajo a 20 personas», aseguró Roig. La compañía empleo a 70.000 personas en España de forma directa, mientras que si se mira el conjunto de la cadena de producción (105 interproveedores, 2000 proveedores y 20.000 pymes que las alimentan), el total de empleados superaría los 400.000.
La firma abrió 60 supermercados en el pasado ejercicio, cifra similar a las aperturas previstas para el 2012. Para este año prevé facturar 19.100 millones, con un beneficio de 490, y crear 2.000 puestos de trabajo más.
REFORMA/ Respecto a la crisis, Roig advirtió: «Si tomamos medidas, mejoraremos. Se no, estaremos peor. Aún podemos caer más. Depende de cada uno de los 47 millones de españoles». Para el empresario, la fórmula de los recortes es una estrategia «equivocada». Sería mejor «incrementar la productividad de las empresas y acabar con el despilfarro». También se mostró a favor de la última reforma laboral, aunque añadió que él «habría ido más allá.