Seguro que lo han oído más de una vez: hoy, con los móviles y las cámaras digitales, cualquiera puede ser fotógrafo. Y un jamón. Así de claro. Como si la clave de una foto fuera darle a tiempo al botón, o captar la luz perfecta, o lucirse con los colores. Que sí, que todo eso es importante y que no hay duda de que las cámaras actuales hacen maravillas, y que si la foto no sale al gusto, pues se borra, y que entre las mil que disparemos alguna saldrá bien... Pero eso no nos hace fotógrafos. No, al menos, si nos falta lo que de verdad marca la diferencia: la mirada. El fotógrafo no es un ser que dispara: es un ser que mira. Que mira y atrapa. Que mira y desnuda. Que mira y conmueve. Que mira y transforma (nos transforma) con un solo clic.

En una publicación como 'Dominical', la imagen es pieza fundamental. Por eso cuenta con una sección, 4 estaciones, en la que ella y solo ella es protagonista. Bueno, ella y los fotógrafos de EL PERIÓDICO capaces de contener la vida en una doble página. A ellos y a su mirada transformadora, este homenaje.