PEQUEÑA HISTORIA DE LA MÚSICA

El tosco Toscanini

El director italiano tenía obsesión por la excelencia artística. Y también por las mujeres

El director italiano Arturo Toscanini.

El maestro italiano Arturo Toscanini (Parma, 1867 – Nueva York, 1957) tenía obsesión por la excelencia artística. Y también por las mujeres. Era capaz de sacar lo mejor de los músicos, aunque en ocasiones los espoleara de la manera más tosca: "Después de morir me reencarnaré en el portero de un burdel y no dejaré entrar a ninguno de ustedes", les soltó el director tras un tedioso ensayo.

A una soprano que hacía caso omiso de sus instrucciones, muy bien dotada pero que no daba el do de pecho ni a tiros, le tocó la teta y le dijo: "¡Si todo esto fuera cerebro..!". En otra ocasión, una de sus amantes estaba haciendo unas pruebas de audición y osó llamarle delante de toda la orquesta directamente "Arturo". La réplica de Toscanini: "Arturo, en la cama. ¡Aquí... Maestro!"

Esta otra historia tiene nombre y apellido: Geraldine Farrar, durante las pruebas de 'Madama Butterfly': "Maestro, usted tiene que seguirme a mí, yo soy la estrella del Metropolitan Opera House". Y el director le contestó: "Señora, las estrellas están en el cielo. Aquí en la tierra existen buenas y malas cantantes, y usted es de las malas". No se ofendió. Es más, acabaron viviendo un apasionado idilio.

Batuta con carácter

Arturo Toscanini fue una batuta con carácter: en la primera guerra mundial hizo que la orquesta del Ejército italiano tocara durante el ataque de Monte Santo mientras caían granadas alrededor. Le agredieron cuando se negó a tocar el himno fascista Juventud. Y cuando se promulgaron las leyes raciales contra los judíos, dirigió a la Filarmónica de Israel , compuesta por músicos hebreos escapados de la persecución nazi, en su concierto inaugural en Tel Aviv.