“Estoy abrumado”, confiesa Hikaru Hoshi desde Japón. Su meta en Kickstarter era recaudar 80.000 dólares (unos 73.500 euros). Ha terminado rozando los 850.000 (casi 781.500 euros). Su invento ya ha arrancado millones de miradas de tantatachán por todo el mundo. ¿Un bonsái flotante? “Flotante y giratorio”, describe su compañía 'made in Japan'. Air Bonsai, se llama. “Una pequeña estrella”, la describe su productor. El mini árbol levita dos centímetros por encima de su base por arte de magnetismo. ¿El peso máximo que esta magia puede soportar? 300 gramos.
Venden dos sets básicos: bola de musgo, como la de la foto + sistema de levitación: unos 184 euros; con vasija de piedra de lava en vez de musgo: unos 211 euros. También hay 'packs' con bases hechas a mano por artesanos a partir de 460 euros. No pueden exportar plantas desde Japón (no lo permite la ley, apuntan), pero tienen un equipo en EEUU que las distribuye en Canadá y Estados Unidos. El set que venden en todo el mundo –incluida España– es el de lava (que no incluye planta).
La empresa empezará a distribuir los primeros Air Bonsai en agosto. “Espero –dice Hikaru Hoshi– que se convierta en un catalizador para promocionar el arte tradicional japonés del bonsái entre las nuevas generaciones”. Es una forma de sentir al mismo tiempo –dice– “el 'kokoro' (corazón) de la cultura japonesa y un profundo aprecio por la naturaleza”.