‘Mar i cel’, la adaptación al musical de la historia de amor entre el pirata sarraceno Saïd y la cristiana Blanca que escribió Àngel Guimerà en 1888, acumula ya cerca de 1.250.000 espectadores. Este clásico del teatro catalán vuelve por cuarta vez al Teatre Victòria: volvió en el 2004, 16 años después de su estreno; y en el 2014, diez años después de su primera reposición. El 1 de octubre regresará apenas cuatro meses después de la última.
“Es una obra transgeneracional –explica en ‘Dominical’ su director, Joan Lluís Bozzo-: padres, abuelos, tíos reviven lo que sintieron llevando al más joven de la familia, y se sienten muy gratificados al comprobar que a este también le gusta”. Bozzo traza en la revista de EL PERIÓDICO la genealogía de cada uno de sus personajes y presenta, junto con Anna Rosa Cisquella y Miquel Periel (las otras dos patas del triunvirato de Dagoll Dagom), a las personas que lo hacen posible. La obra mueve a 46 personas y cuatro tráileres [el barco pirata que idearon Isidre Prunés y Montse Amenós pesa 8.000 kilos].
‘Dominical’, además, entrevista al actor Viggo Mortensen, que estrena ‘Lejos de los hombres’. “Estoy dejando de ser famoso y me encanta”, confiesa. También charla entre copas de vino con el cantante malagueño Pablo López, autor de la sintonía de ‘El Príncipe’. Cena y confesiones en el restaurante de su gurú: el sumiller Jose Varela. La revista, además, invita a sus lectores a escuchar seis “países sonoros”, que es el sonido natural de los organismos de un ecosistema. “Una huella dactilar única”, apuntan los expertos, que la contaminación acústica perturba: se multiplican los varamientos de cetáceos y los pájaros huyen de las carreteras.
‘Dominical’ también viaja a Filipinas y da pinceladas de belleza con maquillajes inspirados en pinturas de Miró y Dalí, entre otros.