Mbappé, el gran fracasado, ya puede decir que es del Real Madrid

Florentino Pérez ha prohibido terminantemente a Mbappé anunciar, hoy mismo, que ya es jugador del Real Madrid. El ‘Ser Superior’ no quiere que Vinicius Júnior, Rodrygo, Güler, Joselu o Brahim se enteren del fichaje del año, del muchacho que les puede amargar la titularidad y/o la existencia, antes de meterse en la final de la Champions. Así que Mbappé, el gran fracasado del nuevo año, no abrirá la boca hasta dentro de unos días cuando cuente que, por fin, jugará en un equipo que puede proporcionarle la Copa de Europa. Sé que muchos (de nuevo el cuento de que no se puede utilizar la palabra fracaso en el deporte) considerarán que caer en semifinales de la Champions no es un fracaso. Pues sí lo es, sí lo es, sobre todo si tu único objetivo en esta vida, siendo propiedad de un país, de uno de los países más ricos del planeta, es conquistar la Champions y construyes, año a año, un equipo a golpe de talonario que, año a año, se estrella contra el muro (del fracaso). Jugar sin Mbappé La misma bofetada se ha llevado Luis Enrique, que ha ido sacando pecho convencido de que iba a conquistar una nueva Copa de Europa, al ir por el lado fácil del cuadro. Tal vez sus rotaciones, no comprendidas por sus críticos, que han acabado teniendo razón (aunque a él eso le da igual), han acabado convirtiendo su sueño en un ridículo (otra palabra que tampoco se puede utilizar en deporte). Lo cierto es que ‘Lucho’ quiso aprender a ganar sin Mbappé y se olvidó de ganar con Mbappé. Y Mbappé, que figura como el mejor jugador del mundo, que perdió anoche todas las posibilidades de ser elegido Balón de Oro, no ha sido capaz, ni solo ni acompañado, de meterse en la final. No ha marcado en ninguno de los dos partidos de semifinales. Es más, ni siquiera ha hecho que su equipo ganase alguno de los dos encuentros, que los perdió a manos de un Borussia Dortmund, que de ‘perita’ del sorteo de semifinales ha pasado a estar a un partido de proclamarse campeón. Ya tenía razón, ya, Gary Lineker cuando, al caer en semifinales del Mundial de Italia-90 en la tanda de penaltis tras el 1-1 de Inglaterra ante Alemania, dijo aquello de que “el fútbol es un deporte que juegan 11 contra 11 y siempre acaba ganando Alemania”. Y es que Alemania, que la próxima temporada tendrá cinco equipo en el sorteo de la Champions, puede meter hoy al Bayern de Munich en la finalísima (¡ojito! al duelo del Bernabéu) y tiene al Bayer Leverkusen como gran favorito para ganar la Europa League. El PSG, que en esta semifinal ha estrellado seis balones en los palos, ya pudo ser eliminado por el Barça de no ser por el despiste y precipitación de Araujo. Lo escribí aquella noche: es imposible que este PSG gane la Champions, imposible. La vida, el Girona y Michel han demostrado que el dinero no lo puede todo. Y menos en el fútbol. Y menos en un deporte de 11 contra 11, con los alemanes por medio. El fútbol es un deporte que juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania" Gary Lineker Delantero de Inglaterra en el Mundial-90 de Italia No hay duda: Mbappé es un enorme, grandioso, goleador. Pero Mbappé no es Leo Messi, ni de la risa. La ‘Pulga’ sí ganaba los partidos él solo. Y de eso, tampoco se dio cuenta Joan Laporta, que lo descartó para su proyecto. El fracaso del PSG dejará libre a Mbappé y, tal vez, quien sabe igual también a Luis Enrique, lo que pondría aún más difícil la continuidad de Xavi Hernández. No, no, es broma, no creo que el fracaso de anoche de los parisinos pueda propiciar semejante carambola: Mbappé, al Real Madrid y ‘Lucho’, al Barça. Que va, que va.

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