Xavi lo perdió y Luis Enrique lo disfruta: “Dembélé es el jugador más desequilibrante del mundo”

Nadie, absolutamente nadie, defendió, elogió y necesitó tanto al francés Ousmane Dembélé como Xavi Hernández. Nadie. Incluso cuando su club, el Barça, lanzó una lluvia de críticas (casi improperios) sobre el extremo francés y lo puso en venta (exigió su venta), el entrenador de Terrassa insistió en que Ousmane era su hombre, su delantero estrella y el jugador franquicia de su equipo. Pero, al final, Dembélé, que ciertamente llevaba unas temporadas grises, por no decir oscuras (negras) y, además, se lesionaba mucho (demasiado), acabó fichando por el PSG. Y, ahora, el mejor Dembélé jamás visto (bueno, el que disfrutó Xavi tampoco estuvo mal) aterrizará en el Olimpic de Montjuïc de la mano de Luis Enrique, que lo quiso fichar cuando era entrenador del Barça y que le considera “por mucho” el futbolista “más desequilibrante del mundo”. El gol Dembélé Luis Enrique acaba de confesar que, ahora que lo entrena, aún cree más en Dembélé, en esa manera que tiene de acariciar el balón cuando vuela hasta el empeine de su pie izquierdo “en carrera, lo deposita en el césped, hace la jugada esa de Messi (y Lamine Yamal, añado yo) y coloca el balón, con su pie derecho, en cualquiera de las dos escuadras del portero rival. “Ese es, por definición, el ‘gol Dembélé’ y así lo disfrutamos en París”. Nadie tiene que explicarle a Xavi quién es Dembélé. Es posible que incluso, en la conferencia de prensa de hoy, el entrenador del Barça lo sitúe, seguro, fijo, a la altura de Kylian Mbappé. Porque, en efecto, Xavi comparte todos y cada uno de los calificativos y descripciones que ‘Lucho’ hace de su futbolista. Es por ello que el regreso de Ousmane a Barcelona infunde tanto, tantísimo, respeto. “Estoy encantado con que Ousmane Dembélé haya querido venir al PSG, es el jugador más desequilibrante del mundo, sin ninguna duda. Es un gusto tremendo tener a un jugador con esa personalidad, que siempre juega para regatear a los rivales, para dar asistencias de gol, para fijar a jugadores, para generar superioridad. Es un show, es un auténtico espectáculo y me encanta tener en mi equipo un jugador de ese perfil”, comenta Luis Enrique siempre que puede. Es decir, siempre. “Lo conozco desde mi etapa en el Barça como entrenador”, sigue explicando LE cuando le preguntan por su delantero. “Es más, lo quisimos fichar, pero él creyó que había mucha competencia (era la época de Messi, Suárez y Neymar, ¡casi nadie!) y se fue al Borussia de Dortmund. Ousmane es un jugador diferente. Y ahora que lo entrenó, aún me gusta más, porque jamás se esconde, siempre quiere el balón, le da igual fallar, él sigue intentándolo, le da igual que le critiquen, es un jugador con mucha confianza en sí mismo”. Mbappé+Dembélé Luis Enrique que, sin duda, cuando Dembélé jugaba (o lo intentaba) en el Barça, no le perdió de vista, reconoce que es “una maravilla” tener un futbolista en tu equipo con las características de Ousmane. “Este Dembélé ss diferente al del Barça, porque aquí intentamos que no solo juegue por fuera, también queremos que juegue por dentro, que incluso baje al centro del campo para arrancar y generar superioridad. Cuando Ousmane coge el balón atrae a dos o tres rivales y eso significa que hay dos o tres compañeros libres. Insisto, para mí es el jugador más desequilibrante que hay en el fútbol mundial, sin ninguna duda”. Es evidente que el emparejamiento de cuartos de final entre franceses y catalanes (por este orden, porque la ida es en París) enfrentará a dos técnicos con ADN Barça, aunque el fútbol de Luis Enrique ha añadido un mayor despliegue físico al tiki-taka puramente culé. Lo que es evidente, es que si alguien no cometerá el error de pensar solo en Kylian Mbappé, ése será Xavi, que no solo tiene en alta estima a Dembéle sino que, en efecto, lo considera un futbolista extraordinario, especial, de esos que pueden cambiar el destino de un partido y/o una eliminatoria. Ni que decir tiene que por la zona en la que suele moverse Dembélé, Xavi ha descubierto, ha hecho debutar, ha catapultado, a Lamine Yamal, el joven al que todo el mundo, no solo el Barça, ve como la piedra angular del nuevo Barça, que, tal vez, la próxima temporada siga en manos del entrenador de Terrassa, pues cosas más extrañas se han visto en este desnortado club, cuyo sueño podría ser dinamitado por Dembélé, aquel muchacho al que todos, menos Xavi, querían fuera del Barça. Y eso que hasta el propio Joan Laporta dijo, el 3 de diciembre de 2021, que "Dembélé es mejor que Mbappé".

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