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La rabia contra el 'bullying' que se transformó en medallas

Dennis González durante los útimos campeonatos de Doha. / YURI KOCHETKOV / EFE

Dennis González tenía 12 años cuando vio por la tele un ‘Informe Robinson’ sobre Pau Ribes, el primer hombre español que participó en una competición internacional de natación artística. Le dijo a su madre, entrenadora de ‘sincro’, que él también quería hacer lo mismo. El pasado martes, volviendo de Doha del Mundial con dos platas al cuello, el nadador catalán revisaba fotos suyas de pequeño y pensaba que hace siete años ni él ni nadie hubieran imaginado que habría cumplido su sueño y que llegaría tan lejos tan pronto. Con solo 19 años suma ya cinco metales mundiales (oro en solo, plata en dúo mixto técnico y bronce en dúo mixto libre en 2023 y  plata en solo libre y dúo libre la semana pasada) mientras sueña con los Juegos de Los Ángeles 2028. Todo gracias a la natación sincronizada, que le permitió exorcizar la rabia del ‘bullying’.