Golpe franco

Lamine Yamal y las lágrimas en el césped

Dos goles de Lamine insuficientes ante el Granada

La primera, y la última, vez que lloré por la derrota del Barça en el fútbol yo tenía 12 años y el equipo había perdido en Berna, Suiza, la final de la Copa de Europa frente al Benfica. Durante años odié al equipo que nos ganó, porque no podía culpar a aquel once de color azulgrana que defendió su campo como si estuviera recién salido de un juramento de fidelidad a los colores.