Golpe franco

Julio César Benítez y las blancuras del arbitraje

Ferran celebra uno de sus tres goles al Betis. / Cristina Quicler / AFP

Hace un siglo, o por los menos sesenta años, cuando un futbolista singular, Julio César Benítez, abandonó su puesto en la defensa para sacar al Barça de un atolladero en Sevilla, cuando el Betis iba desafiando al equipo azulgrana hasta empatar a dos un encuentro tan sufrido como el de anoche. El desempate fue de Benítez, glorioso personaje de nuestra historia.