BARRACA Y TANGANA

Ni queriendo

Cómo será el tema que en el fútbol nos acostumbramos a cualquier disparate, y este de la Supercopa en Arabia no nos deja de chirriar ni queriendo

Barraca y tangana de Enrique Ballester. / El Periódico

Igual es culpa del frío, pero terminó la primera semifinal de la Supercopa y pensé ‘esto sería mejor otra vez en verano’. Igual es culpa de mi recuerdo distorsionado, pero juraría que la Supercopa estival era un asunto más relajado. Ahora parece que hasta los futbolistas se la toman de veras en serio. Juraría que antes combinaba un toque de pachanga con una pizca de emoción. Instalada en un elegante término medio, encajaba de un modo natural en el ambiente de agosto, donde todo parece tener remedio. Con la preocupación justa y un sencillo consuelo, juraría que en la antigua Supercopa de España ningún entrenador se jugaba el puesto. Juraría que nos ofrecía lo bueno de ganar, si ganabas, pero difuminaba lo malo de perder, si perdías.