Apunte

La verdadera miseria del Barça es otra

Joan Laporta, presidente del Barcelona. / JORDI COTRINA

Existen algunas verdades absolutas de aquellas que marcan cualquier discurso de quien dice entender de qué va esto del Barça. Quizá la más extendida sea que el club azulgrana, de haber sido una empresa al uso y no una de las entidades deportivas más preciadas y valoradas del mundo, hubiera entrado en liquidación a la conclusión del mandato de Josep Maria Bartomeu. Cuando, en realidad, y más allá de que tuvieran que pedirse aún más créditos a Goldman Sachs para pagar las nóminas, debíamos estar hablando entonces más de la miseria moral –en parte ahora judicializada– que del sonrojante agujero económico dejado en herencia a Joan Laporta. Con patrimonio por vender, futbolistas a los que retirar y activos de todo tipo con los que mercadear, no podía haber quiebra alguna, por atractiva que fuera la propaganda.