GOLPE FRANCO

Ansu Fati y que sea lo que Dios quiera, por Juan Cruz

Ansu, en el Barça-Cádiz en Montjuïc. / Afp

Las trincheras del Barça no se cerraron hasta que se hizo de noche en el mundo y el miedo cubrió de oscuridades algunas partes de España, donde de pronto la Dana hizo más ruido, por ejemplo, que el caso Rubiales. El equipo del que soy acérrimo aficionado tenía varias noticias que darnos y la peor de todas resultó la más dolorosa, la más difícil de digerir para aquellos que medimos el fútbol en función de los sentimientos.