La comparecencia del actual presidente de los árbitros, Medina Cantalejo, junto a Andreu Camps, secretario general de la RFEF acompañados por la práctica totalidad del colectivo arbitral, incluso algunos miembros que ya no están en activo, para dar explicaciones sobre su postura y actuaciones del caso Negreira da una idea sobre el drama que se cierne ahora mismo sobre el fútbol español. Sea injusto o no, los árbitros están bajo sospecha.