De las risas, a las críticas generalizadas. La reciente polémica generada durante una rueda de prensa por la máxima estrella del club Paris Saint Germain (PSG), Kylian Mbappé, y su entrenador, Chistophe Galtier, cuando recibieron con bromas y burlas el ofrecimiento de un representante de la empresa ferroviaria francesa SNCF, Alain Kraskovitch, para que los parisinos utilizaran sus trenes en los desplazamientos cortos del equipo, en lugar del habitual avión que emplean, tiene un claro porqué desde el punto de vista medioambiental.
Kraskovitch argumentó "seguridad, rapidez y servicios", para elegir el tren como medio de transporte y, sobre todo, "movilidad ecológica".
Los desplazamientos en jet privado de los futbolistas del conjunto parisino a ciudades relativamente cercanas a París han suscitado una acalorada controversia en el país vecino, polémica que empezó a raíz de la visita el sábado al campo del Nantes, situada a unos 380 kilómetros al oeste de la capital, una distancia que puede recorrerse en apenas dos horas en un tren de alta velocidad.
Según el director general de la SNCF, Jean-Pierre Farandou: "Un TGV contamina 80 veces menos que un avión", una declaración efectuada hace unos meses cuando seguía la huella de carbono que dejaba el club parisino en sus desplazamientos.