Se le acumulan los problemas a Carlos Sainz. El piloto madrileño viene de sufrir una rotura de motor en el Gran Premio de Austria, en el que iba a terminar segundo, y ahora ve comprometido su futuro más inmediato en la cita de Francia. La carrera en el Paul Ricard, programada para el domingo 24, se le complica con dos semanas de antelación.
Algunas piezas del coche del español han quedado completamente inservibles tras la rotura y el incendio en el Red Bull Ring. La lentitud de los comisarios para apagar el fuego, además, propició que varios elementos quedaran todavía más dañados de la cuenta. Esto obliga a Ferrari a cambiar la unidad de potencia del monoplaza en el próximo gran premio.
La sanción de la FIA
Las normas del campeonato no pueden ser más claras en este sentido: instalar el cuarto motor implica salir último. Ya le pasó a Charles Leclerc en el Gran Premio de Canadá y ahora le tocará a su compañero. Además, el cambio ni siquiera va a servir para mejorar, pues las nuevas especificaciones de Ferrari están reservadas para la vuelta del verano.
En clave de campeonato, Sainz va a sufrir duras consecuencias. Si venía de recuperar puntos con su victoria en Silverstone, en Austria perdió 25 con Leclerc y 19 con el líder del campeonato: Max Verstappen, al que habría recortado distancia sin la avería. Si no se produce una remontada milagrosa en el Paul Ricard, la brecha seguirá creciendo.
Así llega el Mundial a Francia
Max Verstappen (Red Bull) 208p
Charles Leclerc (Ferrari) 170p
Checo Pérez (Red Bull) 151p
Carlos Sainz (Ferrari) 133p
George Russell (Mercedes) 128p
Lewis Hamilton (Mercedes) 109p
Lando Norris (McLaren) 64p
Esteban Ocon (Alpine) 52p
Valtteri Bottas (Alfa Romeo) 46p
Fernando Alonso (Alpine) 29p
Dos oportunidades antes del parón
Francia no será una bala para atacar, sino un fin de semana para minimizar pérdidas. Sin embargo, después si vendrá una muy buena baza para Carlos Sainz en Hungría. El madrileño siempre ha sido rápido en el trazado magiar y el año pasado subió al podio. Después llegará el parón veraniego de cuatro semanas, en el que Ferrari deberá reflexionar sobre sus graves problemas de fiabilidad que han costado dos abandonos al español. Un tercero fue por un error suyo y el otro por culpa de Ricciardo.