¿Por qué el 'forensic' a la gestión de Bartomeu se ha hecho de rogar?

Uno de los cinco vicepresidentes del Barça le reconoció recientemente a un colega de junta, que no estaba metido en el asunto, que el ‘forensic’ (investigación interna que se hace en el seno de una compañía para esclarecer determinados asuntos o comportamientos a petición de la propia empresa o un tercero vinculado a la empresa como accionista o miembro del consejo) había mostrado “cosas interesantes pero, en ningún caso, auténticos escándalos económicos, como para llevar a Josep Maria Bartomeu y su junta a los juzgados”. Otro de esos cinco vicepresidentes, este ya mucho más cercano al ‘camarote’ o gabinete del presidente Joan Laporta, le comentó a un amigo: "No sé si nos atreveremos a utilizar esa investigación, que revela pésimas prácticas y, sobre todo, escasísimo rigor en la manera de llevar las cuentas del club, para que el club y/o los socios quieran querellarse contra la junta anterior, pero sí es evidente que lo que ha conseguido el ‘forensic’ los pondrá muy rojos". "Una gestión irresponsable" Y algún miembro del ‘camarote’ se ha atrevido estos días a comentar que "la gestión fue lamentable, increíblemente irresponsable, pues hicieron rica a media Catalunya", en un claro indicio de que la manera de actuar de Bartomeu está repleta de pagos, compras y encargos que o bien se podían haber hecho por menos dinero, o bien se podían haber regateado, o bien se podían haber pagado a menos gente por lo mismo. Finalmente el próximo martes se presentará el ‘forensic’ pese a que está concluido desde hace semanas, según reveló Lluís Regàs, en una información aparecida en 'Culemania', el pasado 24 de diciembre del 2021. El club comunicó asimismo tras la reunión de la junta directiva de este miércoles que "se informará de las actuaciones ya iniciadas por el club consistentes en la presentación de una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona por hechos que se derivan de las conclusiones de la investigación". El momento oportuno Todas las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO señalan, con cierta lógica, que si Laporta hubiese tenido constancia en aquel momento de que Bartomeu y sus directivos habían metido mano en la caja o hecho, realmente, operaciones escandalosas, posiblemente delictivas, no hubiese tardado ni 24 horas en informar públicamente del ‘forensic’ antes de Navidad. Hasta hoy nadie, absolutamente nadie en el Barça, había dado explicación alguna de por qué esta investigación, complementaria a la famosa Due Diligence, que desveló el desastroso y caótica estado económico del club ("se deben 1.350 millones de euros", anunció el CEO Ferran Reverter), seguía guardada en el cajón del despacho de Laporta, Reverter y, sin duda, de Eduard Romeu, el vicepresidente económico. Quien ha preguntado con la boca pequeña siempre ha obtenido la misma respuesta: "No hemos encontrado aún el momento oportuno para convocar la conferencia de prensa para informar, especialmente por las serias restricciones que provoca covid-19". Críticas duras No hay que olvidar que en el periodo en que Laporta y Reverter comunicaron, a bombo y platillo, que el club estaba en quiebra y que la gestión de Bartomeu había tenido "una falta de control total y gran improvisación", se dispararon las alarmas en el seno de la masa social azulgrana. Es más, en la asamblea de compromisarios, aquella que debió de prolongarse varios días para aprobar, a conciencia, la petición del préstamo para el ‘Espai Barça’, fueron muchos los socios que, exaltados por la indignación e información suministrada por el presidente y el CEO, exigieron, allí mismo, que se llevase a la junta de ‘Barto’ a los tribunales a modo, incluso, de demanda por acción de responsabilidad. Las críticas a Laporta fueron muy duras. "He visto los números que nos acaban de mostrar y casi me caigo", comentó un compromisario. "¡Presidente, vaya a juicio porque le acompañaremos!", aseveró un socio, que recibió la ovación más sonora de la jornada. Y, a continuación, otro socio dijo: "Jan, tengo la sensación de que, cuando tratas este tema, das largas". Ese comentario molestó y mucho a Laporta, que, reiteradamente, había dicho que nunca sería cómplice de la gestión de la junta anterior y por eso contestó: "Le puedo asegurar, señor Tutusaus, que yo no doy largas. Solo que me gustaría hacerlo con absoluto conocimiento de causa. Con todas las pruebas que exige un tribunal de justicia. Hemos detectado conductas que no nos gustan y las auditorias ‘forensic’ nos dirán qué tipo de conductas son". Encerrados en un hotel Empleados que participaron en el relevo tras las elecciones, desde la Comisión Gestora que presidía el banquero Carles Tusquets a la nueva junta directiva de Laporta, ya informaron a los nuevos gestores cuando hicieron el traslado de la documentación y cierre de todos los departamentos de la entidad que no encontrarían grandes escándalos y mucho menos “muertos en los armarios”. Un testigo presente en el desplazamiento que hizo el Barça a París para enfrentarse al PSG, cuando Tusquets invitó a Laporta a ese viaje, asegura que ambos presidentes estuvieron “horas y horas” encerrados en el hotel parisino (“entre otras razones porque, por motivo del covid-19, no podían salir del hotel”) intercambiando documentación y opiniones. No solo insinuaciones Bartomeu comentó, hace dos días, con uno de sus amigos de confianza, que estaba "absolutamente seguro de que nadie había metido mano en la caja y, en ese sentido, estoy sumamente tranquilo". Y le dijo más: "Hace tiempo que quiero que presenten todos los documentos, informes, ‘forensic’ y lo que tengan, para acabar con todas estas insinuaciones". Quienes han visto la documentación no hablan, no, solo de insinuaciones. Hablan de pagos excesivos, facturas ilógicamente troceadas, contratación de multitud de despachos de abogados para multitud de gestiones, algunas de ellas muy simples, hablan de comisiones excesivas y, sin ir más lejos, del famoso y ya público pago (lo destapó el programa ‘Què T’hi Jugues’, de SER Catalunya) de 1,5 millones de euros al Club Esportiu Laietà, vecino del Miniestadi, por daños que la demolición de esa instalación pudiese ocasionar al club de tenis. "Aquello sí fue escandaloso, pues nosotros, que aparcábamos los coches junto al Mini, no tuvimos ni que pasar el plumero, pues no hubo ni una mota de polvo tras las explosiones", comenta un veterano empleado de las oficinas del Barça. Tremenda indignación Es evidente y así lo ha reconocido el propio Laporta que solo llevaría a los tribunales a los anteriores gestores si lo tiene claro, entre otras razones porque la actual junta no quiere eternizar este problema y, por supuesto, no quiere perder el juicio. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el propio Laporta, sus directivos y el equipo ejecutivo, que lidera Ferran Reverter, tienen un montón de pruebas, vía carta, correos, twitters y demás medios, de la indignación que existe contra Bartomeu en la masa social azulgrana. Tanto que ya ha habido quien, de forma muy discreta y profesional, le ha hecho saber a Laporta que debería de ir con mucho tiento, tacto, sabiduría y hasta picardía a la hora, no solo de informar sobre el contenido del ‘forensic’ sino en el momento de dar a conocer, si es que lo hace, qué piensa hacer el club con toda esa información y si, como anunció, consulta o no a los socios la posibilidad de presentar una demanda contra los anteriores gestores. El as de los socios Los más veteranos y expertos que aún quedan en las oficinas del Barça recuerda que, como ya ocurriera en otras ocasiones, no debe descartarse la posibilidad, en caso de que Laporta y su junta no demande a Bartomeu y sus gestores, que un socio o grupo de socios (“ahora, con las redes sociales es cuestión de minutos, de pocos días, recoger firmas y unir a ciento de socios para una causa así”) reclamen al Barça la posibilidad de contar con el ‘forensic’ y presentar ellos la demanda, lo que dejaría en una difícil situación a la nueva junta de Laporta.

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