FINAL DE LA LIGA DE LAS NACIONES

España contra Francia: el bloque contra las estrellas

  • Luis Enrique asegura que la selección defenderá al tridente galo en la final de la Liga de las Naciones "tomando riesgos"

  • Ferran Torres tampoco participa en el último entrenamiento y será duda "hasta el calentamiento"

La selección de Luis Enrique, en el último entrenamiento antes de la final contra Italia. / Pablo García / Efe

Nueve años después de cerrar en Kiev un ciclo victorioso jamás visto y tras una travesía por el desierto penando la desintegración de aquel grupo ganador, la selección española vuelve a estar este domingo (20.45 horas. TVE-1) en disposición de ganar un título. Alcanzar las semifinales de la pasada Eurocopa demostró que la reconstrucción estaba por fin en marcha, y solo la presencia en la final de la Liga de las Naciones, ante Francia, ratifica la apuesta de Luis Enrique por un grupo jovencísimo y descarado que no ve su techo porque solo piensa en derribar muros. Tumbar el de la campeona del mundo daría el impulso definitivo (con el Mundial de Catar a la vuelta de la esquina) a un equipo que había dejado de enganchar a la afición.

Es la Liga de las Naciones un torneo reciente (Portugal ganó la primera edición) y menor, pero para llegar hasta aquí España tuvo que derrotar a Alemania (con un 6-0 histórico) y el pasado miércoles a la campeona continental, Italia, nada menos que en San Siro, escenario de la final, donde aguarda "la mejor selección del mundo a nivel individual", como reconoce Luis Enrique.

Colectivo contra el tridente

Pero el técnico asturiano no apela al victimismo sino a la ilusión ante el reto que tiene ante sí su joven (y discutida) plantilla. "No hay mayor motivación que seguir creciendo y jugar contra los campeones del mundo". Francia saldrá con Griezmann, Benzema y Mbappé. Intentar contraponer otros tres nombres de la Roja es perder el tiempo. Y Lucho lo sabe y no lo esconde. "A nosotros nos queda ser un equipo y ser mejores que ellos a nivel colectivo. Estoy convencido de que vamos a meter en problemas a Francia", asegura.

Quizá lo deba hacer sin Ferran Torres, autor de los dos goles que en semifinales finiquitaron la histórica racha de Italia. El delantero del City tampoco se entrenó este sábado con el grupo por los problemas que sufre en el metatarso del pie derecho. "Probaremos en el calentamiento y decidiremos. Y si no está bien, como creo en el equipo, pues juega otro", explicó ayer Luis Enrique, a quien los hechos dan la razón. En una convocatoria muy marcada por las lesiones, Gavi y Yéremi Pino acabaron siendo factores decisivos ante Italia. Si Torres puede jugar, Lucho podría repetir once por primera vez desde que tomó las riendas de la selección, pero tampoco sería descartable ver cuatro o cinco cambios.

En cualquier caso, la fórmula para contrarrestar la calidad de los astros franceses está clara: "Tomar riesgos e intentar tener el balón, que solo hay uno", sintetizó Luis Enrique en tono cruyffista. "Si tenemos el balón y lo movemos como queremos podremos poner en problemas a su defensa".

Rabiot, baja por covid

Una apuesta con la que no sorprenderá a Didier Deschamps. "Es imposible privar a España del balón. Está en su ADN tener la mayoría de la posesión", admitió el seleccionador francés, que este sábado se despertó con la noticia del positivo por coronavirus de Rabiot, que será baja en la final. "Nosotros tenemos más experiencia, pero eso no nos da garantías", señaló, destacando el papel de un Antoine Griezmann que, pese a caerse de la lista de nominados al Balón de Oro, es "ultraeficiente e importante para Francia".

El técnico tendrá enfrente a Aymeric Laporte, el central del City que optó por jugar con España después de que Deschamps le convocara varias veces sin darle minutos. "No he tenido la oportunidad de hablar con él pero me alegro por él. Estuvo con nosotros, pero ahora está con España, no hay ninguna situación especial. Es su elección, lo respeto. Mañana, los caminos se cruzarán", zanjó el técnico 'bleu'.

Si el Mundial conquistado en Rusia en el 2018 asentó en el puesto al cuestionadísimo Deschamps, en España los últimos resultados han bajado el volumen de las críticas sobre Luis Enrique. "No pasamos facturas pero siempre está bien callar bocas", dijo esta semana Laporte. El seleccionador , en cambio, esquiva la polémica: "A mí solo me preocupa preparar bien la final e intentar ganar con nuestras armas. El resto es show".