Deporte como salvación

Las refugiadas sirias en el Líbano sueñan con un futuro en el críquet

  • El críquet se convierte en una herramienta de transformación social y de empoderamiento para las adolescentes sirias en el Líbano, un colectivo olvidado por la ayuda humanitaria

  • “Ahora no solo me dedico a los niños, la casa y el marido; no, las mujeres tenemos derechos y podemos conseguir grandes cosas”, expresa Salam al Rajad, jugadora y entrenadora

Aya, de 13 años, practica su push mientras la corrige Mohammed Kheir, entrenador y jefe del programa de críquet de Alsam. / EL PERIÓDICO

En medio del campo de refugiados de Al Marj, hay otro campo, un campo de hierba. A tan solo nueve kilómetros de la frontera con Siria, Aya, Rahaf, Nariman, Zahra, Aya, Rawal, Walaa y Sidra cargan con un wicket, un bate y una pelota roja. Bajo el sol abrasado del valle de la Becá, empiezan a entrenar con entusiasmo. Detrás de la reja, unos chavales comen pipas y las imitan, aburridos sin nada que hacer. Por la carretera, pasa un rebaño de ovejas. El pastor se para a observarlas. Pero ellas ni se inmutan. Se preparan para su gran objetivo. Un campo, sea de lo que sea, siempre es un lugar para soñar.