A Allyson Felix le falta una medalla olímpica para igualar en número la decena que posee el mítico Carl Lewis. Tras pasar con comodidad la primera ronda y la semifinal, el viernes (12.30 hora española) le espera una final en la que no parte como favorita pese a sus nueve medallas olímpicas.
Para Felix ésta será su quinta participación olímpica desde su debut con 18 años en Atenas-2004. Cumplidos los 35 y ejerciendo de esforzada madre de Cammy desde hace dos, la velocista estadounidense parece recuperada de un parto prematuro en 2019, y del posterior cuidado del bebé, lo que parecía que le iban a impedir clasificarse para Tokio. ´Duermo cuatro horas¨, aseguraba la atleta californiana antes de disputar los trials, las pruebas de selección olímpica a finales del pasado mes de junio, en Eugene, en casa de su expatrocinador.
Felix tiene el récord de medalla olímpicas en su deporte, nueve, la atleta más laureada en Juegos, y está a un podio de situarse a la altura del icónico Carl Lewis y su decena de metales, nueve oros y una plata. Si le sale bien en los 400 metros, la velocista tendrá chance en el relevo largo estadounidense y superaría al mito Lewis con el undécimo metal. Tendrá además la bala de plata del relevo si finalmente forma de 4x400 americano, a priori imbatible. En su curriculum como relevista olímpica suma dos títulos en 4x100 y tres en 4x400. Un oro en 200 es su único título individual en Juegos. Pero más allá de su apabullante historia, también en Mundiales, a la deportista de apellido gatuno se la conoce ahora en los Estados Unidos y en medio mundo por hacer público el encontronazo que, en mayo de 2019, sufrió con su poderoso patrocinador, Nike, seguido de un parto traumático y una recuperación in extremis para poder estar en Tokio.
Del sueño a la pesadilla
Dos años antes y embarazada, la firma de Oregon propuso a Felix renovar su contrato con una rebaja del 70% cuando ésta le comunicó su estado de buena esperanza. La atleta envió entonces una carta al New York Times, que el diario incluyó en su sección de opinión con el tituló 'My Own Nike Pregnancy Story'. "Quise ser atleta profesional y madre, un sueño que de alguna manera fue una pesadilla", escribió.
Felix se unía así a las también olímpicas y también embarazadas Alysia Montaño y Kara Goucher, que estaban a punto de cortar con su patrocinador por el mismo motivo. A continuación, la revista 'Time' incluyó a Felix entre las 100 personas más influyentes del Globo en 2019. Simone Biles, una de las víctimas de los abusos del entrenador Larry Nassar, también ha entrado a formar parte del núcleo de The Truth of Hers que promociona Felix. Con la velocista, la gimnasta comparte la promoción de la marca Athleta, una división de Gap.
El caso de la británica Bianca Williams, madre desde marzo de 2020, parece ser la prueba que la firma de Oregon ha cambiado de política y ahora ofrece una cobertura de 18 meses a las atletas en gestación. "Para mejor, ha cambiado la vida de muchas mujeres", aseguró la subcampeona de Europa con el relevo corto británico, agradecida por la valentía de la estadounidense.
Con este background, Cammy en la grada con su papá, el vallista Keneth Ferguson, y la mamá en la pista jugándose el pasaporte olímpico, la NBC se frotaba las manos en la gran competición preolímpica estadounidense del pasado mes de junio. El atletismo se mantiene como deporte universitario en los Estados Unidos, con audiencias muy marginales que crecen exponencialmente, cada cuatro años con los Juegos Olímpicos, esta vez cinco por la pandemia. El thriller familiar, laboral y deportivo en los trials protagonizado por Allyson Felix estaba sazonado además con un detalle capital en el país del dólar: la flamante pista sobre la que la atleta estrenaba sus nuevos sneakers la pagó su ex patrocinador.
Hayward Field, el centenario estadio de Eugene, acaba de ser remodelado para albergar el próximo Mundial de atletismo en 2022, en buena parte gracias a la generosa ayuda económica de Phil Knigth, el socio fundador de Nike junto con su entrenador, Bill Bowerman, aquel emprendedor que usaba la tostadora de gofres para recauchutar la suela de las primitivas Waffle.
Maternal oposición
NBC transmitió una jornada histórica al estilo Hollywood con final feliz para todos. Felix lograba meterse por quinta vez consecutiva en el equipo olímpico estadounidense tras finalizar segunda en los 400 metros. La atleta de Los Angeles corrió la vuelta a la pista calzada con unas zapatillas de su marca Saysh, diseñadas específicamente para pies de corredoras y elaboradas a mano, a 2.500 dólares el par según publican las revistas especializadas. Solo otra madre primeriza pudo superar a la supermotivada Felix en la meta del Hayward. Qanera Hayes lo consiguió a la fuerza, bajando de los 50 segundos (49.78), vestida y calzada por Nike. Felix (50.04) dejó ver que sus clavos están bien afilados para la cita del próximo viernes con los metales de Tokio.