La decepcionante temporada del Barça empieza a dejar damnificados muy claros. Nunca le ha temblado el pulso a Ronald Koeman para tomar decisiones. No importa el nombre ni el caché de los protagonistas. Antoine Griezmann, el astro que llegó el verano del 2019 tras miles de especulaciones, empieza a tener cara de suplente. A pocos culés les sorprenderá. Es el cartel que merece su rendimiento.
En la gélida Huesca el delantero francés empezó en el banquillo por tercera vez en esta temporada. Fue suplente en el clásico en la séptima jornada (jugó solo los 10 últimos minutos) y no participó en Valladolid el pasado 22 de diciembre. El Barça ganó en Pucela (0-3) en esa anterior salida y Koeman volvió a dejar fuera del once inicial a un Griezmann que encadenó este domingo su séptimo partido consecutivo sin marcar en la Liga. Se tiró calentando toda la segunda parte y entró finalmente por Braithwaite en el minuto 81. Un campeón del mundo por el exdelantero del Leganés. No aportó nada en un triste final del Barça, que acabó perdiendo tiempo en casa del colista.
"Había que elegir entre Braithwaite y Antoine en punta, pero no quiere decir nada. Nos falta gente arriba, necesitamos más opciones"
Ronald Koeman
El camino de Coutinho
Griezmann sigue el nefasto camino negativo de Coutinho, que fue suplente la pasada jornada contra el Eibar antes de saltar al césped y romperse. Tres meses de baja estará el brasileño, que costó 120 millones fijos al Barça en enero del 2018. Hasta 135 pagó por Griezmann un año y medio después con un rendimiento de ambos que ya se parece demasiado.
En una actuación con brotes verdes de otros fichajes costosos como Dembélé y De Jong, la imagen de Griezmann en el banquillo con la mirada perdida y un cartel de salida detrás destacaba en la noche de Huesca, que acogió por tercera vez al Barça. La primera tuvo lugar en diciembre del 2014 en otra jornada gélida que acabó con goleada del equipo azulgrana en la Copa (0-4).
Tres goles, dos asistencias
De aquel once a las órdenes de Luis Enrique solo Ter Stegen repitió este domingo en la alineación. La segunda visita, con la Liga ya casi en el bolsillo, se saldó con un 0-0 en abril del 2019. Messi no jugó en ninguna de ellas. Este domingo se estrenó en el Alcoraz, el 43º estadio de la Liga española en el álbum de Leo, que disputó su partido número 750 con el Barça (está a solo 18 de superar a Xavi) y el 500 en la Liga.
Mientras el Barça ofreció mejoradas sensaciones en la puesta en escena con Dembélé, Messi y Braihtwaite en el ataque, el negativismo rodea al rendimiento de Griezmann, que solo suma tres goles y dos asistencias en la Liga. El pasado curso tampoco llegó a los doble dígitos, con nueve tantos y cuatro pases decisivos. En el Atlético firmó 15 dianas y 9 asistencias en la temporada previa a su aterrizaje en el Camp Nou.
La elección de Koeman
Preguntado por la suplencia del francés, Koeman no quiso ensañarse, pero dejó claras sus preferencias. "Confío en cada jugador de la plantilla, pero si optamos por tener a tres mediocampistas hay sitio para tres delanteros. Optamos por Messi y por la profundidad de Dembélé. Había que elegir entre Braithwaite y Antoine en punta, pero no quiere decir nada. Jugamos muchos partidos y necesitamos a todos los jugadores», apuntó el técnico holandés, que desea un refuerzo en el mercado invernal. «Nos falta gente arriba, necesitamos más opciones», remarcó.