ESCLAVOS SEXUALES EN EL FÚTBOL

Futbolistas de azotea de día, prostituidos de noche

Los jóvenes apenas hacían vida en Prado del Rey, donde los vecinos nunca sospecharon el calvario que vivían

Durante el confinamiento, aprovecharon la terraza de la vivienda para entrenarse

El edificio en cuya segunda planta estaba la vivienda en la que hacinaban a los futbolistas explotados en Prado del Rey (Cádiz). En la azotea a veces entrenaban los cautivos durante el confinamiento. / JAVIER DÍAZ

Los vecinos de Prado del Rey (Cádiz) no puede ocultar un gesto compungido cuando se les pregunta por los jóvenes futbolistas que vivían en la modesta vivienda de las afueras de este pueblo de apenas 5.000 habitantes. El terror se ocultaba tras una sencilla fachada blanca frente a la estación de autobuses y un campo de fútbol de albero, en cuya azotea aprovechaban para entrenar durante las semanas de confinamiento. “Mira que esto es pequeño y aquí nos conocemos todos”, cuenta Jesús, propietario de un bar justo enfrente del inmueble, “pues nos la 'colaron' bien, nadie sospechó nada” de la explotación sexual a la que fueron sometidos.