El sorteo de cuartos de final de la Copa del Rey no deparó este viernes el clásico que en Madrid se temía y en Barcelona se deseaba, pero sí otro partido que casi merece tal adjetivo: Sevilla y Barça reeditarán la final de la temporada pasada, con la vuelta en el Camp Nou, en un cruce muy exigente para los azulgranas. La suerte brindó al Sevilla otra ocasión de revancha y al Girona la oportunidad de dar continuidad a su gesta copera si es capaz de tumbar al Real Madrid y colarse en semifinales. A diferencia de los otros dos equipos catalanes, el Espanyol, que se medirá con el Betis, tendrá que disputar la vuelta a domicilio. El Getafe-Valencia completa el cuadro.

"Es un equipo duro y sabemos que tendrán ganas de revancha", reconoció Guillermo Amor, representante culé en Las Rozas, tras conocer su suerte. El Sevilla lleva ocho partidos sin ganar al Barça, desde el 2015, una racha en la que ha dejado escapar dos Copas (la última la manita con la que se despidió Iniesta) y dos Supercopas (otro 5-0 en el 2016 y la última de Tánger por 2-1). 

Calendarios exigentes

Pablo Machín no podrá centrarse en preparar el choque hasta el domingo, pues el sábado tiene un duelo vital, la visita a un Real Madrid con el que está empatado a puntos en la tercera plaza. "Sin querer parecer prepotente, no me da miedo ningún rival. El Sevilla le puede ganar a cualquiera, al Madrid y al Barça. Al primero ya lo hemos hecho esta temporada", recordó el técnico sevillista, que entró de refilón en la polémica de Chumi: "¿Si hubiese preferido al Levante? Claro, como cualquiera. Yo lo que quiero es que se haga justicia, y si se ha cometido alineación indebida...".

Si el calendario inmediato del Sevilla es duro, qué decir del que se le presenta al Girona. Tras la épica eliminación del Atlético en el Wanda, el conjunto de Eusebio Sacristán se enfrenta a un reto aún mayor: el Real Madrid. El conjunto blanco está sumido en una profunda crisis, pero no deja de ser el campeón de Europa y del mundo de las tres últimas temporadas, y una ocasión de oro para que Montilivi y toda Girona sigan sumando momentos mágicos a su corta historia en la élite.

El reto será brutal para los rojiblancos, que en un plazo de ocho días visitarán el Bernabéu en la Copa, jugarán contra el Barça en Montilivi (el partido que se debía disputar en Miami) y recibirán al conjunto blanco de nuevo en casa en busca de una plaza en semifinales. "Para el club, la ciudad y los aficionados es una auténtica fiesta del fútbol poder competir contra el Real Madrid, uno de los mejores clubs del mundo”, valoró el presidente, Delfí Geli. 

Solo el Girona puede presumir de haber eliminado a dos primeras en esta Copa, y no dos cualesquiera, sino la revelación de la temporada, el Alavés, y el segundo de la Liga, el Atlético. "Estaría bien otro grande en cuartos", había pedido el jueves el presidente, quizá pensando en medirse con el Barça y completar así la trilogía de equipos en los que militó en su etapa como jugador. 

Baja de David López

Tampoco esconde su ilusión por la Copa el Espanyol, que se medirá con el Betis con el incoveniente de jugar la vuelta en Sevilla. "Hay muchísima ilusión por hacer algo grande", aseguró Rufete en Las Rozas. "En nuestra historia, la Copa ha tenido muchas cosas buenas y vamos a competir porque sabemos que nos puede dar mucho", concluyó el director de fútbol perico.

Rubi destacó que el Betis "hace muy buen fútbol" y que su equipo habrá aprendido la lección del 1-3 que les endosó en Cornellà. "Son un gran equipo, pero nosotros también", reivindicó el míster blanquiazul, que no podrá contar en esta eliminatoria con David López, lesionado el jueves en el isquiotibial. El central estará entre dos y tres semanas de baja. Algo menos, entre siete y diez días, se perderá Adrià Pedrosa.

Así narramos el sorteo en directo: