Dos goles en cinco minutos acaban con cualquiera. Hasta con el solvente Espanyol de Rubi. “El primer gol nos dejó muy tocados”, admitió el técnico blanquiazul. Sin tiempo a despertarse, recibieron el segundo cabezazo del delantero uruguayo. “El 0-2 fue un visto y no visto”, confesó con tristeza Rubi, incapaz como sus jugadores de frenar a un delantero misterioso, que juega de maravilla con su cuerpo y remata de cine con la cabeza. “Habíamos entrenado mucho esta semana los centros laterales, sabíamos que eran muy peligrosos ahí”. Lo sabía el Espanyol, lo sabía Rubi, lo sabía Diego López, lo sabía toda la defensa…
De nada le valió. “En el primer gol todo fue demasiado fácil ya que dimos tiempo a Roberts a girar para llevar el balón a la izquierda y luego…”, admitió el entrenador del Espanyol. Luego, apareció la cabeza de Stuani. “En el segundo se nos escapa en la marca del córner. Era el primer saque de esquina”, añadió. Primer saque de esquina, segundo gol del uruguayo. “Habíamos dicho de no conceder demasiados saques de esquina, pero esos dos remates te dejan grogui…”
Competir de buena fe
Pero concedieron el primero y la tormenta del Girona se llevó por delante al Espanyol. “De cabeza es un 10”, dijo Rubi sobre Stuani, a quien disculpó en su rifirafe con David López. “Es una acción del partido”, se justificó el goleador del Girona. “Nunca tengo intención de hacer mal, sino el VAR me habría expulsado. David sabe que son cosas del fútbol, soy un jugador que compito mucho y él, también. Esto es el fútbol”, argumentó Stuani, disfrutando ahora de su liderazgo en el Pichichi con 10 goles.
“El 0-2 fue un visto y no visto. Habíamos entrenado mucho esta semana los centros laterales, sabíamos que eran muy peligrosos ahí”. El lamento de Rubi
“Es muy difícil ganar, era vital aprovechar las ocasiones. ¿10 goles? Estoy muy feliz, muy contento, pero si llevo tantos es gracias al equipo”, aseguró el delantero del Girona.
“Cristhian es muy inteligente, sabe lo que necesita el equipo en cada momento. Y él lo va manejando”, contó Eusebio Sacristán, el técnico del equipo de Montilivi. “Maneja su cuerpo con habilidad para quedarse con el balón y aguantarlo para jugar después de cara. Y, además, tiene claridad en la definición”, subrayó el técnico.
“Cristhian es muy inteligente, sabe lo que necesita el equipo en cada momento. Maneja su cuerpo con habilidad para quedarse con el balón y aguantarlo para jugar después de cara. Y, además, tiene claridad en la definición”. El elogio de Eusebio
La autocrítica de Rubi
Tanta claridad que no necesitó más que dos cabezazos para firmar dos golazos. “Teníamos que hacer un partido muy completo para ganar aquí”, aseguró Eusebio, mientras Rubi quería realizar autocrítica. “Los dos goles al inicio lo han desvirtuado todo. Pero luego es demérito mío. Quería que el equipo apretara muy arriba, le he dado demasiados inputs. Lo reconozco, no hemos hecho un buen partido aunque no hay que restar méritos a la victoria del Girona. Toca felicitarlo y nosotros nos tenemos que volver a levantar. Todos habríamos firmado haber hecho 15 puntos de 18”, recordó Rubi.
“Estamos quintos, debemos valorarlo. He querido remover el equipo, pero no hemos dado con la tecla”, dijo el técnico fustigándose. La tecla era Stuani.