El Barça de Xavi Pascual no cede en la Champions de balonmano. Este domingo consiguió su quinta victoria consecutiva en el torneo continental ante el Kielce de Polonia (31-27) y conservó el liderato -empatado con el Vardar- en el bien llamado 'grupo de la muerte', ya que engloba a varios campeones de los últimos años. Entre ellos, el propio Kielce (2016) y el Vardar de Macedonia (2017), que será el rival azulgrana en los próximos dos partidos, el próximo domingo en Skopje y al siguiente sábado en el Palau. Luego, el día 24, además, el Barça devolverá visita al Kielce, en un mes de noviembre decisivo para optar a la primera plaza que da acceso directo a los cuartos de final.
El Kielce de Talant Dujshebaev en el banquillo, con sus hijos Alex y Dani en la pista, junto con los también españoles Julen Aguinagalde y Ángel Fernández, llegaba al Palau como el equipo más en forma (con un balance de 4-1 idéntico al Barça), reforzado además con la llegada este año del portero Cupara (que le ha hecho muy bien la competencia a Gonzalo Pérez de Vargas) y del central Cindric (verdugo azulgrana con el Vardar en la 'final four' del 2017), entre otros.
Pero la superioridad del Barça ha sido total, dominando de principio a fin con su intensidad y acierto ofensivo. La primera gran diferencia (8-3) ha quedado matizada a 14-11 en el descanso, pero en la reanudación el margen no ha hecho más que subir, hasta llegar a los 7 goles (29-22) a falta de cinco minutos que ya garantizaba el éxito, cimentado en los goles a la contra de Aleix Gómez (7 en total), la eficacia en los penaltis de Mortensen (6) y los lanzamientos de Palmarsson (5).