La capital francesa es la sede estos días de la décima edición de los 'Juegos Gays'. Una competición de carácter festivo en la que los atletas compiten para derribar estereotipos y visibilizar al colectivo LGTBI.
En esta edición, que se lleva a cabo del 4 al 11 de agosto, la cita cuenta con la participación de más de 80 países y 12.000 atletas inscritos, algunos de ellos de carácter amateur. Aun así, el deporte no es lo único que ofrece este evento que también propone espectáculos culturales y conferencias sobre el deporte y la diversidad.
En el ámbito deportivo todavía existen pocos referentes que hayan reconocido públicamente su sexualidad, por este motivo es importante el trabajo de visibilización que realizan los 'Juegos Gays', tal como apunta la organización.
Orígenes
La primera edición de los 'Juegos Gays' fue en 1982 en la ciudad de San Francisco (EEUU) y fueron impulsados por el fallecido atleta olímpico Tom Waddell.
El especialista en decatlón tuvo la idea luego de entrar a formar parte de un equipo de bolos gay con su pareja en California. Su proyecto era el de crear un evento deportivo donde no importara el sexo, la religión o la raza y en el que la inclusión y el respeto fueran la máxima.
De momento ya se han llevado a cabo diez ediciones: en San Francisco, Nueva York, Amsterdam, Sydeny, Chicago, Colonia, Cleveland, Vancouver y ahora en París, y funcionan del mismo modo que los Juegos Olímpicos, con una nueva edición cada cuatro años. Aunque a diferencia de los JJOO, todas ellas han sido posibles en gran parte gracias a las donaciones y patrocinios.
Según la organización, en este evento "todos ganan" y es que muchos de los participantes provienen de países con políticas muy represivas contra colectivo LGTBI, como Rusia o China, y ven en estos juegos una oportunidad para mostrar ante sus naciones que la diversidad es un hecho y no lo pueden negar.