Terminó mal la temporada para el Bayern Múnich. Había obtenido la Bundelisga y se asomaba feliz el grupo de Jupp Heynckes al doblete, pero en la final, disputada en Berlín, supuso un duro golpe. El Eintracht de Frankfurt, dirigido precisamente por Niko Kovac, que será el próximo entrenador del Bayern, se cruzó en su camino aprovechando con astucia los minutos finales para liquidar al campeón bávaro (1-3).
Iba siempre por detrás el Bayern. Al gol inicial de Rebic (m. 11) replicó después Lewandowski (m. 53) para sellar el empate que dejaba todo abierto. Pero ese 1-1 quedó roto en el último suspiro de la final. Fue, de nuevo, Rebic (m. 82) quien adelantó al Eintracht (1-2) y ya en el tiempo añadido, habían pasado seis minutos de los 90 reglamentarios, le tocó a Gacinovic firmar el 1-3 definitivo.
De nada le sirvió al Bayern Múnich realizar 22 disparos (cinco a puerta) ya que la eficacia de su rival (8 tiros, cinco a puerta, tres goles) empañó la despedida de Heynckes. Y le tocó a Kovac, su sucesor, empañarle su despedida. Se quedó el Bayern sin doblete.