PREMIER LEAGUE

El Liverpool, sin Coutinho, acaba con la imbatibilidad del City de Guardiola (4-3)

El equipo de Manchester perdía por 4-1 a seis minutos del final pero estuvo cerca de empatar

Sadio Mané anota el tercer gol del Liverpool contra el Manchester City. / Reuters/ Phil Noble

La racha del Manchester City llegó a su inevitable fin. Fue en Anfield, donde este domingo se presentó a uno de los exámenes más complicados para los pupilos de Pep Guardiola: contener a los endiablados Salah, Mané y Firmino. Enfrentarse a un equipo que no se encerraría atemorizado, sino que iría a buscarles hasta el último rincón del terreno de juego, incluso hasta los vestuarios. El tridente 'red' entró en trance durante diez minutos de la segunda parte y les hizo un traje a medida.

Durante unos minutos volvieron los fantasmas del curso pasado, pero este City demostró su madurez y compitió hasta el final. Del 4 a 1 se pasó al 4 a 3 y en el último suspiro el Kun Agüero remató al lateral de la red. De un desplome hiriente a una caída digna. Así acabó la increíble racha 'citizen' que se alargó durante 22 jornadas de Premier League. Con un combate estelar entre los dos equipos más espectaculares de la competición.

Sin Coutinho ni Van Dijk

El Liverpool se disponía a comprobar cómo sería el mundo sin Philippe Coutinho. A priori un lugar poco seguro, porque el central de los 85 millones, Virgil Van Dijk, causó baja el día menos idóneo, cuando debía enfrentarse al ataque más poderoso de la liga.

Sabedor de que los errores defensivos llegarían, Klopp optó por desafiar al City en su campo y presionar como si les fuera la vida en ello. Es el sello del alemán. Un inicio alocado favoreció a los locales e invitó a los de Guardiola a precipitarse. Anfield explotó cuando Oxlade-Chamberlain batió a Ederson con un tiro cruzado. Precisamente el hombre que ocupaba la vacante de Coutinho. Quizá esta nueva vida no iba a empezar tan mal.

Ocho minutos de frenesí

A medida que avanzaba el encuentro los 'reds' perdieron fuelle. Al hilo del descanso, Leroy Sané recordó épocas pasadas en el Schalke 04. Conocía perfectamente los puntos débiles de Joel Matip, su excompañero, así que cuando le encaró le dribló con facilidad y definió al palo corto. Loris Karius, escogido específicamente para este partido, desprotegió su poste y dejó entrar el balón.

El guión del partido sugería que el City iba a ganar control a cada segundo. Iba por ese camino, retrasada la presión local. Sin embargo, ocho minutos de frenesí resolvieron en la otra dirección. Las inseguridades 'citizen' de la temporada pasada resurgieron y aparecieron todas de golpe. Stones y Otamendi concedieron la espalda y cometieron errores de bulto. Ederson, cuya aportación hasta la fecha había sido inmaculada, se mostró inseguro y midió mal un par de salidas.

El Liverpool olió la sangre y no perdonó. Firmino les adelantó con un toque exquisito. Mané puso el tercero con un misil a la escuadra. Salah sorprendió de vaselina con el cuarto. Tres goles en ocho minutos. "¿Quién necesita a Coutinho?", se preguntaba Gary Lineker.

Ciudad maldita para Pep

Hace justamente un año, el 15 de enero de 2017, también en Liverpool, Pep Guardiola sufrió una goleada ante su amigo Ronald Koeman, entonces técnico del Everton (4-0). La reacción en los minutos finales muestran el cambio de una temporada a otra. Tocado en su orgullo, el City sacó fuerzas y redujo distancias. Bernardo Silva Gundogan pusieron a su equipo a uno. Quedaban tres minutos de pura Premier, pero el marcador no se volvió a mover.

El Liverpool golpeó una vez más, pero también había sido ligeramente superior en el global del encuentro. Curiosamente, el primer equipo que derrotó al City de los récords no fue el que les defendió mejor, sino el más valiente y descarado. 

Liverpool, 4 - Manchester City, 3

<span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;"><strong>Liverpool:</strong> Karius, Gomez, Matip, Lovren, Robertson, Can (Milner, m. 79), Chamberlain, Wijnaldum, Mané (Klavan, m. 93), Firmino, Salah (Lallana, m. 86).</span>