Una venganza en toda regla. Inglaterra se ha sacado a gusto la espina que tenía clavada desde el mes de julio cuando perdió por penaltis la final del Europeo frente a España. En Kolkata (India) ha vapuleado al mismo rival con un repaso en toda regla. Con un marcador contundente (5-2) que certificó su superioridad y con el enorme mérito de haber remontado el 0-2 que en apenas media hora había elevado al marcador Sergio Gómez, el interior zurdo del Barça.

Ese resultado, sin embargo, era un espejismo de lo que estaba sucediendo sobre el césped. Durante el segundo tiempo se fue observando la realidad. Inglaterra, que había recortado distancias al filo del descanso, reapareció con furia y destrozó a España.

Con los rapidísimos Foden y Hudson Odoi atacando por las bandas han desordenado al once de Santi Denia y las ocasiones de gol se han ido sucediendo. España ha sido incapaz de traspasar el centro del campo pero gozó de una posibilidad, con el 3-2, de reengancharse al partido. Sessegnon salvó bajo los palos un remate de Chust.

Los mismos del mes de julio

La final ha sido una repetición de la del Europeo sub-17. celebrada en Varazdin (Croacia). Tan semejante se dibujaba que Inglaterra ha alineado a 7 de los mismos 11 jugadores y España, a 10. La única novedad ha sido César Gelabert, que ha ocupado el puesto del lesionado Jandro Orellana. Pero el desenlace ha sido muy distinto, plasmando el año mágico de la cantera inglesa, campeona del Europeo sub-19 y del Mundial sub-20.

Inglaterra cuenta ahora con un par de excelentes generaciones que pronto deberían consolidarse en la Premier, el campeonato más internacional del planeta. La máxima expresión del que debería ser ese venturoso futuro es Philip Foden, el delantero del Manchester City, autor de dos goles y designado el mejor jugador del torneo.

Foden, la joya de Guardiola

Pep Guardiola sabe que tiene una joya en Foden, más brillante y pulida que el portero Anderson y el central Latibeaudiere. Algo semejante debería pensar Jürgen Klopp del delantero centro del Liverpool Rhian Brewster, máximo goleador del torneo y Balón de bronce.

El de plata lo conquistó Sergio Gómez, el mejor futbolista de España, en una noche en la que sus compañeros Mateu y Miranda, los laterales, vivieron un drama ante Foden y Hudson Odoi, dos velocistas finos que tocan el balón con mucho criterio. Santi Denia se mostró impotente para encontrar soluciones que frenaran la avalancha (25 tiros hizo Inglaterra) y brindaran a España el único título de cantera que le faltaba después de tres finales perdidas.