Mo Farah no perdía una carrera en pista desde hace 6 años, cuando el etíope Ibrahim Jeilan le derrotó en un apretadísimo final en el Mundial de Daegu 2011 en 10.000 metros. Otro etíope fue anoche su verdugo tras una carrera de 5.000 especialmente táctica. Muktar Edris, de 23 años y especialista en campo a través, fue el más rápido en la recta final (13.32.79) y relegó a Farah (13.33.22) al segundo lugar, en su última carrera en pista en una gran competición.
Como le sucedió a Usain Bolt, Farah no ha podido cerrar su etapa en el sintético con una victoria y ante su público, que le adora. Mohamed Farah llegó a Londres con apenas 8 años, huyendo de la guerra en Somalia. La ovación de sus conciudadanos y la felicitación de sus rivales solo lo consolaron a medias. No quería fallar. Durante toda la semana, y tras su espléndida victoria en los 10.000 metros, Sir Mo Farah ha protagonizado horas de televisión, portadas en los diarios, solo o acompañado de su mujer y sus cuatro hijos. Londres se ha empapelado con la finísima silueta del fondista, la estrella indiscutible del atletismo británico. "Go Mo go" ya es una frase hecha entre los 'runners' locales, y entre los 60.000 aficionados que antes de la siete de la tarde ya llenaban el Estadio Olímpico.
Farah se despide de la pista con cuatro dobletes en 5.000 y 10.000 en competiciones globales (dos en Juegos Olímpicos y dos en Mundiales), que le consagran como el mejor fondista de la década. Ahora le esperan los maratones.