Enfundado en un jersey de cuello blanco y una americana del mismo color, Lebron James ha posado para la portada de 'Sports Illustrated'. La revista le ha coronado como el mejor deportista del 2016. Por delante de Phelps, Biles y Curry. Es un relato bonito el del jugador de los Cleveland Cavaliers.

Tras una controvertida huida a Miami, James regresó a su ciudad natal con una misión clara: ganar para una comunidad en declive el título de la NBA. Su final ante el mejor equipo de la historia, los Warriors, fue portentosa. Su compromiso en favor de la educación de los niños desfavorecidos de Ohio es igual de encomiable. Fue uno de ellos. Campeón con conciencia. Su imagen es ahora impoluta.