El videoarbitraje entra por fin en escena en el mundo del fútbol con el objetivo de reducir al máximo la influencia de los errores arbitrales en el resultado final de un partido. Por primera vez en una competición oficial, en este Mundial de clubs se puede rearbitrar una jugada polémica, como ha ocurrido en el partido entre Atlético Nacional y KashimaAtlético NacionalKashima.

Por ahora se trata solo de un modelo experimental. La FIFA no cree que pueda implantar este sistema antes del 2018, aunque si funciona intentará acelerarlo para que esté presente desde ya mismo en el máximo número de competiciones posible. De momento, este jueves podría verse al paraguayo Enrique Cáceres con un Ipad en la mano durante el partido entre el Madrid y el América de México. 

SALA DE REALIZACIÓN

El sistema es sencillo. Un grupo de asistentes siguen el partido desde una sala de realización y visionan cada jugada polémica al detalle. Si se ve algo raro, contactan con el árbitro por el pinganillo. Si es el colegiado quien tiene dudas, se pone en contacto con la sala.

Después de la primera opinión de estos asistentes, el árbitro tiene dos opciones: fiarse o acudir a la banda, donde otro asistente ya tiene en su tableta la jugada polémica. El árbitro observa la jugada y toma una decisión. En teoría, este proceso no debe tardar más de dos minutos.

EL RITMO DE LOS PARTIDOS

El videoarbitraje solo se utliza para aclara las jugadas fundamentales. Goles, jugadas en el área, tarjetas y las que tienen que ver con la identidad de los jugadores para evitar que haya errores en las amonestaciones.

No han faltado enemigos de esta medida, principalmente porque afecta al ritmo de los partidos, pero desde la FIFA están convencidos de que con este sistema se pondrá fin a errores históricos.