Estados Unidos extendió su hegemonía en el baloncesto mundial con su tercera medalla de oro consecutiva en unos Juegos Olímpicos, la sexta en las últimas siete ediciones. Su triunfo frente a Serbia no admitió discusión (96-66).Con Kevin Durant convertido en el ejecutor con sus 30 puntos y cinco triples, las estrellas de la NBA consiguieron la segunda victoria más amplia de una final olímpica, después de los 32 puntos del ‘Dream team’ a Croacia en la final de Barcelona-92.
Después de perder por solo tres puntos en la primera fase e incluso tener un triple para forzar la prórroga, Serbia llegó con la mente abierta a la final. Pero con jugar con confianza e inteligencia, como intentó hacer el equipo de Sasha Djordjevic, no bastó para complicarle el triunfo a los estadounidenses en la competición que cerró los Juegos de Río. Era necesario también acierto y los tiradores serbios estuvieron lejos de la efectividad que mostraron en las semifinales ante Australia. Teodosic se quedó en 9 puntos. En 7, Bogdanovic, Solo Nedovic (14 puntos) y Macvan (11) superaron la decena.
ADIÓS DE ANTHONY Y COACH K
La defensa de Estados Unidos fue un muro imposible de escalar. Su dominio del rebote (54 capturas, con 20 en ataque; por 33 de los serbios) con un Cousins arrollador (15 rrebotes) y también del espacio de las zonas fue abrumador. Salió el equipo de Mike Kzryzweski dispuesto a no hacer concesiones y acabó convirtiendo el partido en un repaso en toda regla, hasta que decidieron levantar el pie del acelerador, para dedicarse a los homenajes: a Carmelo Anthony, que sumó 7 punto y 7 rebotes, se retira de la selección con su tercera medalla de oro, igual que al técnico Coach K, a quien relevará Gregg Popovich, el técnico de Gasol en los Spurs.